Un milagro que debo a San Josemaría

Joana Bouça es madre de 2 hijos. Hace 12 años, san Josemaría le ayudó a superar un aparatoso accidente. También recientemente le hizo un favor en el nacimiento de su segundo bebé, como ella misma relata.

San Josemaría Escrivá

Hace 12 años, durante unas vacaciones, ayudaba como monitora en las actividades de un club juvenil de la Obra. El día que fuimos a hacer vela al mar, sucedió algo que cambió mi vida para siempre.

Al final de la actividad nos estábamos colocando para una foto de espaldas al mar, la barra de hierro de protección del barco cedió y me caí desde 6 metros golpeándome la espalda contra el muelle de madera junto al que estábamos atracados.

Joana con su marido y uno de sus hijos.

Después de 3 cirugías consiguieron estabilizarme la columna. Pasado el tiempo, volví a andar. En los días siguientes al accidente entraban médicos desconocidos en mi habitación y decían siempre lo mismo: “¿Quien es tu santo protector?”. Y yo les decía: “San Josemaria Escrivá”. “Pues entonces –seguían ellos- ¡tienes que estarle muy agradecida por conseguir mover las piernas después de una caída así!”

Y es que el día en que caí, antes de salir del club para ir a hacer vela, había rezado la oración de la estampa de San Josemaría para que no hubiera problemas.

Recientemente he sido madre por segunda vez. Debido al accidente, tengo la columna fibrosada, lo que se tradujo, en el primer parto, en un reducido efecto de la anestesia epidural.

Me estaba quedando sin fuerzas, así que acudí de nuevo a san Josemaría y le pedí: “¡Que nazca a la 1 de la mañana!".

En este segundo parto, todo ocurrió tan rápido que no hubo tiempo de administrar la epidural. Me quedé sin esa ayuda para aliviar el dolor. Además, pasaba el tiempo y el niño no lograba salir. Era ya tarde y yo me estaba quedando sin fuerzas, así que acudí de nuevo a san Josemaría y le pedí: “¡Que nazca a la 1 de la mañana!”. Y, gracias a Dios, cuando ya iba a pedir la cesárea, a las 1’02’’ nació “Juanito”.

En los dias siguientes tuve un susto más, pues se pensaba que el bebé tendría que quedar internado una semana para hacer antibioterapia y fototerapia. Una vez más recurrí a san Josemaría y no fue necesario ninguno de los tratamientos. Ahora, finalmente, estamos tranquilos a casa.

Joana Bouça, Porto

Muchas personas piden a San Josemaría que interceda por ellos ante Dios. Conozca otros relatos.