"Hemos venido a adorarle": las palabras que los Reyes Magos dirigieron a Jesús, según relata San Mateo en el Evangelio, revelan el propósito de la peregrinación de más de un millón de jóvenes. "Toda la Iglesia se está movilizando espiritualmente", dijo el Papa el pasado domingo, "para vivir este acontecimiento extraordinario, contemplando a los Magos como modelo de la búsqueda de Cristo para arrodillarse y adorarlo".
La XX Jornada Mundial de la Juventud ha batido un récord de inscripciones con más de 400.000 participantes, pero, como señaló ayer el presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, Stanislaw Rylko, «irán muchos más, pues a los jóvenes les gustan poco las formalidades y prefieren acudir sin inscribirse».
En estos momentos se prevé la participación de un millón de jóvenes, con los alemanes a la cabeza, seguidos por los 100.000 de Italia, los franceses, los españoles y los polacos. Acudirán también nada menos que 750 obispos de todo el mundo, incluidos cincuenta prelados españoles.
Todo está listo para el primer viaje de Benedicto XVI fuera de Italia. El Papa se encontrará con los jóvenes el 18 de agosto. El 19 por la tarde participará en el Vía Crucis, el 20 acompañará a los participantes en la vigilia y el 21 celebrará la Santa Misa que clausurará los actos. El altar donde tendrá lugar la Eucaristía del 21 se yergue sobre una colina que domina el gran prado donde se concentrarán los peregrinos. Es una colina artificial, construida con tierra de todos los países del mundo, traída aquí por los jóvenes que han participado en los encuentros preparatorios de esta JMJ.
Además, durante la JMJ, el célebre relicario de los Reyes Magos se colocará, como en la Edad Media, detrás del altar para que los peregrinos puedan contemplarlo al pasar y llevar consigo, de alguna forma, la bendición de Melchor, Gaspar y Baltasar.
¡Gracias Juan Pablo II!
"Quiero anunciar que la próxima Jornada Mundial de la Juventud tendrá lugar en Colonia (Alemania). En la imponente catedral de Colonia se venera la memoria de los Reyes Magos, los sabios que vinieron de Oriente siguiendo a la estrella que les condujo a Cristo". Con estas palabras, pronunciadas durante el Angelus de la XIX Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada en Toronto (Canadá) en 2002, Juan Pablo II anunciaba la peregrinación de los jóvenes de todo el mundo, instituida en 1984, Año Santo de la Redención, para reafirmar el interés de la Iglesia por la juventud. La celebración de la XX Jornada Mundial de la Juventud en Colonia obedece al deseo que expresó Juan Pablo II al cardenal Joachim Meisner, arzobispo de esa ciudad, durante la JMJ de 1997 en París. "El Papa me dijo que era oportuno -recuerda el purpurado- que una de las primeras JMJ del nuevo milenio se celebrase en Colonia porque de Alemania, en el siglo pasado, habían venido graves catástrofes para la humanidad y era hermoso que ahora llegase un signo de esperanza".
Se entiende, por tanto, que un signo característico de la Jornada de Colonia será el mosaico gigante dedicado a Juan Pablo II, que será colgado de la Catedral de Colonia y que reproducirá el rostro del pontífice formado con teselas de las fotos enviadas por los jóvenes de todo el mundo.
La agenda de Benedicto XVI durante estos días incluye también una visita a la sinagoga de Colonia y diversos encuentros con las autoridades civiles y religiosas alemanas. Se desplazará también a Bonn, en cuya universidad enseñó Teología y residió entre 1959 y 1963 y donde está previsto un encuentro con el presidente de la República Federal Alemana, Horst Köhler.
Según los últimos datos, 7.000 sacerdotes y 750 obispos acudirán a Colonia. Impartirán las catequesis matutinas, confesarán y celebrarán la Eucaristía por la tarde.