Sophie, voluntaria en París

Sophie es una joven francesa que reciben formación cristiana en un centro del Opus Dei de París. Con motivo de la visita del Santo Padre ha ayudado como voluntaria en la explanada de Les Invalides. Éste es su testimonio.

Acabas de vivir unas emociones fuertes…

Ver al Papa tan de cerca, tenerlo en nuestra casa, en París ha sido especialmente emocionante. Nos ha entusiasmado comprobar cómo conoce nuestra vida y nuestras preocupaciones ordinarias. 

Personalmente, me ha sorprendido el entusiasmo y al mismo tiempo el recogimiento de la gente. Nunca olvidaré la experiencia de haber participado como voluntaria en esta Misa.

¿Cual era tu tarea como voluntaria?

Mis amigas y yo nos ocupábamos de que el flujo de personas que llegaba la explanada de Les Invalides circulase, que no se quedasen quietas. Era una labor sencilla, pero importante.

¿Como habéis acogido el mensaje del Papa?

Hemos escuchado con atención y recogimiento que el Papa tenía que decirnos ahora creo que tendremos que releer con calma los textos de las diferentes intervenciones, especialmente el discurso a los jóvenes. Hablando después entre nosotras, hemos coincidido en cuánto atraen la simplicidad y humildad del Papa.

Sophie, ¿qué recuerdo especial conservarás? Un gesto, una palabra, una homilía…

Dos cosas: en primer lugar, lo que Benedicto XVI nos ha dicho acerca de la proximidad de Dios al hombre. Éll está cerca especialmente en la Eucaristía. 

El segundo lugar, los ánimos que el Papa nos ha dado a la gente joven para no dudar de Dios cuando intuimos que nos está llamando.