“Ser sacerdote es tener los brazos abiertos para todos”

Luis Armando Silva es del Estado Lara. Tras trabajar como abogado y profesor en Caracas, se fue a Roma para ser sacerdote. Pide a Dios que Venezuela “sea como ha sido siempre: sin diferencias a la hora de tratarnos, de ayudarnos, de manifestarnos cariño”.

Se ordena sacerdote en Roma. En esta ocasión, ¿qué le diría a las personas de la Venezuela de hoy?

Primero, que todos tenemos que acercarnos más a Dios, rezar más, acercarnos a los sacramentos. Segundo, que todos tenemos que trabajar más y mejor en nuestro sitio, y luego, que hay que procurar el acercamiento entre las personas. Hay que ayudar a los más necesitados, y que hay que crear formas de que mejoren su nivel de vida y sus oportunidades.

 

Espero que mi ordenación sea un granito de arena para el desarrollo de Venezuela. Porque la misión del sacerdote implica unir, buscar armonía entre las personas, de forma que se manifieste el amor a Dios, y a los demás por Dios. No importan las opiniones personales, ni políticas, ni ninguna otra diferencia: como se imaginará, yo soy del Cardenales, pero quiero y respeto a los fanáticos de otros equipos...

¿Qué hacía antes de ser ordenado sacerdote?

Soy abogado, graduado en la Universidad Católica Andrés Bello. Antes de venir a Roma para prepararme al sacerdocio, me desempeñé un tiempo en esa profesión y luego me dediqué a labores de formación y gobierno en la Prelatura del Opus Dei. Trabajé también un par de años en labores educativas, en el Colegio Los Arcos de Caracas.

¿De qué parte de Venezuela es?

Toda mi familia es del Estado Lara, la tierra de la Divina Pastora. Tengo una hermana que está casada, tiene un hijo y vive en Barquisimeto. También tengo un hermano que es abogado y vive en Caracas.

¿Cuándo y dónde conoció el Opus Dei? 

Estudiaba bachillerato, en el Colegio Ríoclaro de Barquisimeto, cuando comencé a frecuentar actividades de formación cristiana promovidas por el Opus Dei. 

A los 18 años, pertenecía ya al Opus Dei. Mis papás tenían dudas sobre mi decisión. Hasta ese momento yo había sido el protagonista: el hijo mayor, estudiaba derecho como mi papá, tenía muchos amigos, etc. Y de repente –según el parecer de ellos, porque yo veía muy claro lo que Dios me pedía- cambiaba todos los planes. 

¿Qué es ser sacerdote?, ¿cuál es la misión de un sacerdote?

Me parece que ser sacerdote es luchar por ser como Jesucristo entre los hombres: es tratar a las personas como hijos de Dios, porque todos hemos sido redimidos por Jesucristo. Ser sacerdote es tratar de tener los brazos abiertos para todos. 

¿Los sacerdotes del Opus Dei atienden sólo a los fieles del Opus Dei?

Como cualquier otro sacerdote, los sacerdotes del Opus Dei estamos para servir espiritualmente a todas las personas, sin importar su estado o condición. Mi labor sacerdotal me lleva a atender a hombres y mujeres, jóvenes y adultos, sean o no del Opus Dei. 

En el Opus Dei hay personas de todas las razas y condiciones sociales: solteros, casados, jóvenes y menos jóvenes, sanos y enfermos, gente con muchos recursos económicos y gente que atraviesa muchas dificultades en este sentido. Todos igualmente llamados por Dios.