“El ITAT es un instituto llevado adelante por muchas personas, entre ellas algunas del Opus Dei, que tiene como objetivo capacitar y formar integralmente a jóvenes de escasos recursos que necesitan incorporarse tempranamente al trabajo”, explica Eduard Chacón, profesor y coordinador de admisión del ITAT. “Nuestros estudiantes provienen principalmente de los sectores Caicaguana, Minas de Baruta, Gavilán, La Mata, Sabaneta, Turgua y otras zonas adyacentes del sureste de Caracas”.
Como una manera de complementar el plan de formación, y por iniciativa de algunos profesores, este grupo de muchachos se trasladó (del 29 de julio al 5 de agosto) a los alrededores de San Juan de Colón, en el Estado Táchira, para trabajar junto a las personas de esa comunidad en la construcción de algunas casas y carreteras.
“Uno podría preguntarse cómo es que estos muchachos, teniendo también tantas necesidades, decidieron venir hasta acá para ayudar a otras personas –afirma Leonardo Anka, uno de los organizadores- y la respuesta es que no hace falta tenerlo todo para ayudar a los demás, menos aún si se está luchando por ser buen cristiano”.
Según explicaron los organizadores, en total se ayudó en la construcción, desde sus bases, de 5 casas de familia, y en el tendido de una «regresiva» (carretera rural de cemento) que constituye la única vía de acceso al poblado Las Delicias, en el que viven unas 300 personas.
“En el fondo –dice David Maciñeiras- la idea es ayudar a los muchachos a que vivan y entiendan el valor de la solidaridad cristiana, para que luego sean aún más responsables en los lugares donde cada uno vive”.
“Objetivamente no es mucho lo que podemos aportar en una semana pero -como enseñó San Josemaría Escrivá- al menos podemos echar una mano a estas personas y colaborar a que los muchachos crezcan en sus virtudes personales. Indirectamente, como siempre pasa en estos casos, los primeros beneficiados al ayudar somos nosotros”.