Una novena ‘last minute’ en la sala preoperatoria

Rey Plata vive en Marikina City, en Filipinas. Cuando a su mujer le diagnosticaron un cáncer en el riñón, las visitas al hospital se hicieron frecuentes. Él acudió a la intercesión de Tomás y Paquita Alvira.

Sosie y su marido Rey acudieron al matrimonio Alvira antes de la operación.

En marzo de 2018, mi esposa, Sosie, visitó a su gastroenterólogo, quejándose de reflujo ácido recurrente. Una tomografía computerizada de su abdomen no mostró nada notable, pero reveló una anomalía en el riñón derecho que necesitaba atención inmediata.

Anteriormente, en 2017, Sosie se había sometido a tres procedimientos de litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL, por sus siglas en inglés) para eliminar un cálculo de calcio que tenía en el riñón derecho. Sin embargo, el bloqueo se mantuvo. En octubre de ese año, el urólogo realizó una cistoscopia para extraer algunas partículas sólidas.

El riñón funcionaba al 11%

El miércoles 2 de mayo a primera hora de la mañana, Sosie estaba de nuevo en la sala de operaciones para otra cistoscopia. Me dijeron que estaría de vuelta en su habitación a mediodía. A las 7:30 el doctor me llamó para decirme que tenía que abortar el procedimiento. La obstrucción ureteral era tan sólida que el instrumento de cistoscopia no podía romperla.

ALGO QUE NO IBA BIEN EN EL RIÑÓN DERECHO DE SOSIE

El urólogo estaba seguro de que no quedaba ningún rastro del cálculo de calcio. Pero en marzo el escáner mostró una obstrucción. Sospechaba que había algo que no iba bien en el riñón derecho de Sosie. Las pruebas mostraron que su función había bajado al 11%, sólo un uno por ciento por encima de lo que se considera insuficiencia renal.

Rey y Sosie.

Para extirpar esa sección bloqueada del uréter haría que hacer una cirugía, explicó el médico. Primero, se enviaría una muestra para realizar una biopsia a fin de detectar un posible cáncer. Si se encontrase un cáncer maligno, procedería a extirpar esa parte del uréter y, posiblemente, el riñón derecho de Sosie.

La prueba de función renal realizada al día siguiente mostró un resultado por debajo del 10,4%. Se reveló así otro escenario, el de extirpar el riñón derecho debilitado de Sosie, hubiera o no cáncer, ya que conforme pasan los años el riesgo es mayor.

Por la intercesión del matrimonio Alvira

Después de una evaluación seria, mucha reflexión y oraciones, Sosie y yo dimos nuestro consentimiento. Me pidieron que firmara una serie de exenciones, incluyendo una para una posible transfusión de sangre en caso de que hubiera una pérdida masiva de sangre por la extirpación quirúrgica del riñón derecho. Sosie estaba muy preocupada por la transfusión de sangre y se dio cuenta de la gravedad de la situación.

Sosie da una sesión sobre la vida de familia, un mes y medio antes de su ingreso en el hospital.

Por todo ello, recé y dejé todo en manos de Dios, por intercesión de la Virgen, de san José, del beato Álvaro del Portillo y de san Josemaría Escrivá. De la misma manera, Sosie rezó y pidió a otras personas que lo hicieran. Me insinuó que una de sus peticiones era que tuviera la fuerza para aceptar el resultado, fuera cual fuera.

La operación estaba programada para el sábado 5 de mayo a las 10:00. El sábado por la mañana hubo un retraso.

Sentado junto a Sosie antes de entrar a quirófano, la observé rezando una novena last minute, recitando nueve veces la estampa con la oración de Tomás y Paquita Alvira. Debo admitir que sólo había rezado al matrimonio Alvira una o dos veces antes, ya que no sabía mucho sobre ellos.

Antes de su hospitalización, Sosie decidió confiar específicamente al matrimonio Alvira su curación

Sosie me dijo que unos días antes de su hospitalización, decidió confiar específicamente al matrimonio Alvira su curación. Había estado rezando dos o tres novenas al día, pidiéndoles que intercedieran por sus intenciones. Aprovechó el retraso de ese sábado por la mañana para rezar otra vez. Su hermana Angie le aseguró que ella también rezaría a los Alvira, y que ella había pedido a sus amigos que hicieran lo mismo.

Eran las 11 de la mañana cuando Sosie fue llevada a la sala de operaciones. El doctor dijo que la operación sería larga y que todo terminaría al final de la tarde.

Una oración del médico

Estaba solo esperando en la habitación del hospital cuando sonó el teléfono. Mi corazón dio un salto. Eran las 12:20, menos de una hora y media después de que comenzara la operación. Era el doctor, pidiendo verme.

Calmando mis nervios lo mejor que pude, me apresuré a bajar a la sección de operaciones para encontrarme con él. El médico, que aún llevaba su sombrero y su máscara quirúrgica, dio la noticia: “Sr. Plata, anoche recé y pedí a toda la familia que rezara por mí, porque estaba en un dilema. Tuve dudas sobre la extirpación del riñón. Decidí no intervenir”.

Esperé con la respiración contenida que terminara. ¿Qué podría significar esto? ¿Otro aplazamiento? ¿Cuál era la condición de Sosie? ¿Qué gasto adicional supondría?

“Señor Plata”, continuó el médico, “anoche decidí que repetiría el procedimiento de cistoscopia que había fallado (tres días antes) el 2 de mayo. Eso es lo que hice esta mañana. ¿Y sabe qué? ¡Lo logré! ¡No tuve que intervenir! El estent pasó limpiamente por el uréter y llegó hasta el riñón; no encontré ningún bloqueo, ninguna piedra, ningún tumor, ninguna masa”.

En familia, agradeciendo el favor aún en el hospital.

Durante varios segundos, todo lo que pude hacer fue mirarlo fijamente. No podía creerlo. Entonces le repetí lo que me pareció oírle decir, y él lo confirmó: “¡Opo! (¡Sí, señor!) ¡Vale, gracias por venir aquí! ¡Es sólo que estaba tan contento que quería informarle inmediatamente! Puede volver a su habitación y descansar. Sosie estará allí cuando se recupere de la anestesia general”.

El médico agregó que era optimista en cuanto a que la función del riñón derecho de Sosie mejoraría con el tiempo, ahora que ya no había más obstrucciones que causaran una acumulación de presión. Tomó una muestra de tejido y la envió para una biopsia.

Una traducción como agradecimiento por el favor

A la mañana siguiente, el médico visitó a Sosie en su habitación. Dijo que la cadena de eventos era inexplicable. Por eso, estaba dispuesto a presentar pruebas documentales para apoyar la canonización del matrimonio Alvira.

Sosie, a través de los Alvira, había pedido sólo dos cosas: 1) Que no fuera cáncer; y 2) Que no fuera necesaria una transfusión de sangre. Una semana después, después de continuar con las novenas al matrimonio Alvira, llegó el resultado de la biopsia: Tejido fibromuscular benigno. Las dos peticiones de Sosie habían sido aceptadas, ¡y mucho más!

Sosie y yo consideramos nuestro deber compartir con el mundo este favor especial que nos ha sido concedido por la intercesión de Tomás y Paquita. Como agradecimiento, hice una traducción de la estampa de la oración del matrimonio Alvira en tagalo para que más gente pueda aprender sobre ellos. Ahora lo publico aquí.


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