Un día, conversando con él del asunto, me pidió oraciones para conseguir otro trabajo que le permitiera completar una entrada mensual mayor.
Empecé a rezar con todas mis fuerzas a Josemaría Escrivá pidiéndole su intercesión ante Dios para que me concediera este favor.
Al tercer día de haber empezado a pedirle, mi nieto me avisó que había conseguido un trabajo nuevo en el que ganaba tres veces más que en el anterior.
Quiero agradecer a Monseñor Escrivá y dejar constancia de la gracia que recibí.