Un día -bendito sea Dios- el cartero me dejó por equivocación la Hoja Informativa de Josemaría Escrivá que iba dirigida a otra persona. La leí y en ese momento me vino a la mente mi hermano. Pedí y recé por él como lo había hecho toda mi vida, pero desde ese momento lo hice con más alegría.
Ya recibí carta de mi hermano. Le recé dos novenas más al Beato Josemaría y cuando iba a empezar otra recibí noticias nuevamente. Josemaría Escrivá me escuchó e incluso mejoré el trabajo que tenía. Agradezco a Dios los favores recibidos.