Entrevista a Santiago Altieri, nuevo sacerdote del Opus Dei

El quincenario Entre todos, editado por la arquidiócesis de Montevideo, publicó el 5 de septiembre pasado, una entrevista al novel sacerdote, precisamente el mismo día de su ordenación. La reproducimos a continuación.

Hace unos diez años ENTRE TODOS lo entrevistó por su libro sobre el estatuto jurídico del cigoto, pues ese era uno de los temas de especialidad de Santiago Altieri, doctor en Derecho y docente de la Universidad de Montevideo desde 1999.

Ahora, tras haber cursado una licenciatura en Teología Moral y Espiritual y mientras prepara su tesis doctoral de Teología, corresponde hacerle una nueva nota, pues este sábado 5 de setiembre se ordena sacerdote en Roma, a los 52 años de edad. En enero regresará a Uruguay.

¿Qué significa para Ud. ordenarse sacerdote?

Significa responder al llamado de Dios a servirlo de un modo nuevo en la Iglesia, haciendo presente a Jesús en el medio mundo, llevando su luz, su salvación y su gracia a todas las personas a través de la administración de los sacramentos, de la predicación del Evangelio y del acompañamiento espiritual. Frente a este llamado nace un profundo agradecimiento a Dios por la confianza que supone y la necesidad imperiosa de pedirle ayuda para ser fiel a esta nueva misión, que sobrepasa cualquier capacidad.

Ha tenido que aplazar la ordenación a causa de la pandemia, ¿cómo vivió este tiempo en el que ha servido como diácono? ¿Le ha costado adaptarse a una situación que creía que sería más temporal de lo que acabó siendo?

Estos nueve meses de ejercicio del diaconado fueron muy importantes para mí porque pude participar en bastantes ceremonias litúrgicas, predicar en varias ocasiones y reforzar mi formación pastoral con miras al ejercicio del sacerdocio. Además, en estos meses pude trabajar intensamente en la elaboración de una tesis doctoral en Teología moral. En resumen, la pandemia extendió tres meses el tiempo que inicialmente pensaba dedicar a estas actividades, pero pude sacarle buen jugo a ese "tiempo suplementario".

¿Lo acompañarán sus familiares en la ordenación? ¿Cómo vive este aspecto?

A la ceremonia de ordenación, que presidirá el Card. Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, vendrá mi hermana Mariana, que actualmente vive en Suiza. Con ella vendrá su marido y tres de sus hijos. Lamentablemente mis padres, mis otros 5 hermanos, mis cuñadas y otro buen número de familiares y amigos que habían sacado los pasajes para venir, no podrán estar presentes por la pandemia. Por suerte, tendrán la oportunidad de ver en directo la transición de la Ceremonia a través de la página web del Opus Dei. Lógicamente me hubiera encantado que hubieran podido venir todos, pero ofrezco a Dios este contratiempo, sabiendo que Él es especialista en sacar de los males, bienes; y de los grandes males —como esta pandemia—, grandes bienes. El diácono Altieri es argentino pero vive en Uruguay desde 1986.

¿Volverá a Montevideo? ¿Cuáles son sus planes a corto y mediano plazo?

A los pocos días de la ordenación tengo pensado trasladarme a Barcelona para ejercer allí los primeros meses de sacerdocio. Y, si Dios quiere, a fines de enero, regresaré a Montevideo, para quedarme allí establemente. Esperemos que a esa altura el mundo goce de una normalidad más parecida a la normalidad de siempre.

¿Los sacerdotes del Opus Dei son del clero secular?

San Josemaría, el fundador del Opus Dei, fue sacerdote secular y tenía un gran amor a esa condición suya. Siguiendo sus pasos, sus hijos sacerdotes también son sacerdotes seculares y realizan su misión pastoral específica dentro del presbiterio de la Prelatura, muy unidos al Obispo de la diócesis donde viven y a todos los sacerdotes que allí trabajan. Por otra parte, el Opus Dei depende de la Congregación de Obispos, no de la Congregación de Religiosos. Los clérigos de la Prelatura estamos incardinados en una estructura jurisdiccional secular. Finalmente, no quiero terminar esta entrevista sin agradecer especialmente a Entre Todos y aprovechar esta oportunidad para pedir a todas las personas que, por favor, recen por los 29 diáconos que ese día recibiremos la ordenación sacerdotal, para que podamos ser los sacerdotes que Dios espera.