Si bien el anuncio de la aprobación del segundo milagro atribuido a la intercesión de la madre Francisca Rubatto, y por lo tanto de su canonización, fue hecho el 22 de febrero de 2020, la ceremonia en la que sería proclamada santa, debió posponerse debido a la pandemia de Covid-19.
Finalmente, fuentes vaticanas han anunciado que el esperado acontecimiento tendrá lugar el domingo 15 de mayo de 2022.
Aunque la beata Francisca Rubatto nació en Carmagnola, Italia el 14 de febrero de 1844, la mayor parte de su labor religiosa se realizó en Sudamérica, principalmente en Uruguay, país en el que murió el 6 de agosto de 1904 y en el que reposan sus restos. Por esta razón san Juan Pablo II en 1993 al beatificarla la llamó la primera beata de Uruguay . Es lógico entonces considerarla también la primera santa uruguaya.
El mismo pontífice en el año 2001 beatificó también a las uruguayas Dolores y Consuelo Aguiar. Éstas eran hermanas del vicecónsul de Uruguay en Madrid, y fueron martirizadas en España en 1936 por odio a la fe.
La madre Rubatto, siendo aun laica, participó en numerosas obras de promoción social. Conoció y colaboró con San Juan Bosco, quien en cierta ocasión predijo a Francisca que nunca le faltaría el pan y que moriría en tierra extranjera.
En 1885 Rubatto fundó la Congregación de las Hermanas Capuchinas.
Su labor en Uruguay, país al que llegó en 1892, comenzó atendiendo a los enfermos del Hospital Italiano de Montevideo. No mucho después fundó dos casas en esa ciudad una de las cuales, situada en el barrio Belvedere, custodia actualmente sus restos.
En vida de la futura santa, llegaron a fundarse 20 casas y 11 colegios ubicados en Italia y Sudamérica.
El milagro que permitirá la canonización de la Beata Rubatto, se operó en un joven de 14 años de la ciudad de Colonia. Logró recuperarse totalmente luego de un grave accidente de tránsito a pesar del muy poco alentador pronóstico de la ciencia.
Les invitamos a ver una muy interesante entrevista sobre la biografía de la madre Rubatto realizada por ICM tv, canal on line de la Iglesia de Montevideo, a Sor Querubina una de sus hijas espirituales.