Cambio de actitud

Dos años atrás, hubo un cambio en la dirección de la empresa en la que trabajo desde hace 18 años, con la llegada de un nuevo gerente general.

Este Señor, ateo manifiesto, dijo varias veces en público que estaba dispuesto a facilitar tiempo para que el personal pudiera asistir a actividades deportivas o sociales, pero que no iba a tolerar pérdidas de tiempo en “tonterías religiosas o espirituates donde se le lava el cerebro a la gente".

El asunto me preocupó, pues en poco tiempo debía solicitar la autorización correspondiente para faltar unos días al trabajo con el fin de asistir a un retiro y a una convivencia, a los que concurro todos los años.

No veía muchas soluciones posibles. Decidí llevar el problema a la oración, me encomendé a Josemaría Escrivá y dejé todo en manos de Dios.

Llegó por fin el día de plantear el asunto, y respaldado por la estampa del Beato Josemar[a, me fui a la oficina del gerente. Comencé por hacer una breve historia de mi pertenencia al Opus Del, poniendo especial énfasis en la importancia de asistir al retiro y a la convivencia.

Mi asombro fue grande al advertir que mi jefe no se opuso; me dijo que si bien él no creía en nada, respetaba mis ideas y mi sinceridad, y hasta me envidiaba, por entender que en mis creencias yo tenía un apoyo del que él carecía.

Atribuyo este cambio de actitud tan marcado a la ayuda recibida del Beato Josemaría.

A.F.