14 símbolos del belén

En la reciente carta apostólica “Admirabile signum”, firmada en Greccio (Italia) el pasado 1 de diciembre, el Papa Francisco trata sobre el significado y el valor del belén. A partir de los textos de la carta, ofrecemos una explicación de catorce símbolos principales que se encuentran en numerosas representaciones del pesebre.

Enlace a la carta apostólica "Admirabile Signum".

1) El cielo estrellado en la oscuridad

Representa “la noche que envuelve nuestras vidas” algunas veces. Indica que “incluso en esos instantes, Dios no nos deja solos (…), su cercanía trae luz donde hay oscuridad e ilumina a cuantos atraviesan las tinieblas del sufrimiento”.

2) Las ruinas de casas o de palacios antiguos

“Este escenario dice que Jesús es la novedad en medio de un mundo viejo, y que ha venido a sanar y reconstruir, a devolverle a nuestra vida y al mundo su esplendor original”.

3) Las montañas, los riachuelos, las ovejas

Nos recuerdan, “como habían anunciado los profetas, que toda la creación participa en la fiesta de la venida del Mesías”.

4) La estrella y los ángeles

“Son la señal de que también nosotros estamos llamados a ponernos en camino para llegar a la gruta y adorar al Señor”.

5) Los pastores

Nos indican que “son los más humildes y los más pobres quienes saben acoger el acontecimiento de la encarnación”. Ellos fueron “los primeros testigos de lo esencial, es decir, de la salvación”.

6) Los mendigos

Su presencia en algunas representaciones el pesebre recuerda que “Dios se hace hombre para aquellos que más sienten la necesidad de su amor”. Ilustran que “no podemos dejarnos engañar por la riqueza y por tantas propuestas efímeras de felicidad”. Son también “una llamada a compartir con los últimos el camino hacia un mundo más humano y fraterno”.

7) Figuras de la vida ordinaria

“Del pastor al herrero, del panadero a los músicos, de las mujeres que llevan jarras de agua a los niños que juegan..., todo esto representa la santidad cotidiana, la alegría de hacer de manera extraordinaria las cosas de todos los días, cuando Jesús comparte con nosotros su vida divina”. Expresan “que en este nuevo mundo inaugurado por Jesús hay espacio para todo lo que es humano y para toda criatura”.

8) María

“Es una madre que contempla a su hijo y lo muestra a cuantos vienen a visitarlo”. En ella “vemos a la Madre de Dios que no tiene a su Hijo sólo para sí misma, sino que pide a todos que obedezcan a su palabra y la pongan en práctica”.

9) José

“Por lo general, san José se representa con el bastón en la mano y, a veces, también sosteniendo una lámpara”. Él “juega un papel muy importante en la vida de Jesús y de María. Él es el custodio que nunca se cansa de proteger a su familia”.

10) El Niño Jesús

“Parece imposible, pero es así: en Jesús, Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor, que se manifiesta en la sonrisa y en el tender sus manos hacia todos”. Es “el corazón del pesebre”. Dios “se presenta así, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos. En la debilidad y en la fragilidad esconde su poder que todo lo crea y transforma”.

11) Los tres Reyes Magos

“Observando la estrella, aquellos sabios y ricos señores de Oriente se habían puesto en camino hacia Belén para conocer a Jesús y ofrecerle dones” (…) Los Magos nos “enseñan que se puede comenzar desde muy lejos para llegar a Cristo. Son hombres ricos, sabios extranjeros, sedientos de lo infinito, que parten para un largo y peligroso viaje que los lleva hasta Belén”. “No se dejan escandalizar por la pobreza del ambiente; no dudan en ponerse de rodillas y adorarlo (…) Llegados a su país, habrán contado este encuentro sorprendente con el Mesías”.

12) El oro, el incienso y la mirra

Los regalos de los Magos, “también estos regalos tienen un significado alegórico: el oro honra la realeza de Jesús; el incienso su divinidad; la mirra su santa humanidad que conocerá la muerte y la sepultura”.

13) El pesebre

Es el lugar donde fue colocado Jesús, “el sitio donde los animales van a comer”. “El heno se convierte en el primer lecho para Aquel que se revelará como «el pan bajado del cielo» (Jn 6,41)”. Se trata de “un simbolismo que ya san Agustín, junto con otros Padres, había captado cuando escribía: «Puesto en el pesebre, se convirtió en alimento para nosotros» (Serm. 189,4)”.

14) El belén en su conjunto

“En cualquier lugar y de cualquier manera, el belén habla del amor de Dios, el Dios que se ha hecho niño para decirnos lo cerca que está de todo ser humano, cualquiera que sea su condición”.