Andyara, Brasil: «He aprendido a crecer en cada desafío, incluso en los más duros»
Andyara comparte su inspiradora historia de vida: desde su infancia en Campinas, Brasil, hasta su experiencia en el Líbano, pasando por los desafíos de la enfermedad y la guerra. Acompáñanos mientras nos cuenta cómo su amor por la literatura, cómo vive su fe en el Opus Dei y su valentía frente a la adversidad la han llevado a una vida llena de aventuras, aprendizaje y profundo crecimiento.
Miriam, Brasil: «Dios, al igual que el GPS, ahora recalcula tu camino»
Miriam, de Brasil, tiene 34 años y es Médico ginecóloga y obstetra. Está casada y tiene un hijo de meses. Fue durante un tiempo agregada del Opus Dei, hasta que vio que su camino era otro, tras un período de reflexión en el que siempre se sintió acompañada y comprendida.
Dani, Bolivia: «¡Quién no tiene exigencias en su vida!»
Dani se define como una persona muy competitiva, que siempre aspiraba a más en la vida. Ahora sigue apuntando bien alto, pero desde otra perspectiva: “El Opus Dei para mí ha significado un cambio total en mi vida, porque me ha dado otra visión acerca de para qué estamos acá en el mundo”.
Shiró, Kenia: «Ningún hombre es una isla... nos necesitamos los unos a los otros»
A Shiró le hace feliz estar entre la gente: “Necesito a las personas, y sentir que ellas me necesitan hace que quiera dar lo mejor de mí misma.” Esta apertura le llevó a empezar estudios relacionados con la salud y más adelante de hostelería y restauración en su país, Kenya. También comenzó una iniciativa social para ayudar a niños de la calle. Todas estas experiencias le confirmaron en su vocación al Opus Dei como numeraria auxiliar.
Bek, Australia: «No creo que nadie pueda afirmar que ha dominado por completo el arte de amar a los demás»
Rebekah, más conocida como Bek, es de Wollongong, Australia. Bek tiene muchas aficiones: le gusta navegar, pintar, leer, la música y cocinar. La pasión por la cocina terminó siendo su campo de desarrollo profesional. El propósito de su trabajo es lograr que las personas sepan que son amadas, algo que exige un aprendizaje continuo: “No creo que nadie pueda decir que ha alcanzado la cima en el aprendizaje de cómo amar a las personas”.
Abi, Australia: «Mi vida estaba llena de cosas, pero no era del todo feliz»
Abi creció en Perth, en la parte occidental de Australia. Allí estudió Patología y Medicina de Laboratorio, además de desarrollaron un montón de aficiones que, sin embargo, no la llenaban del todo: “Tenía tiempo, tenía dinero, tenía oportunidades. Pero sentía que estaba desperdiciando mi tiempo… bueno, no mi tiempo, ¡mi vida!”.
Meditaciones: viernes de la 3.ª semana del tiempo ordinario
Reflexión para meditar el viernes de la 3.ª semana del tiempo ordinario. Los temas propuestos son: en Dios quien hace crecer su Reino; sumar nuestra fuerza a la del Señor; buscamos a Jesús como aquellos discípulos.
Ale, Bolivia: «Pensé en esos momentos en los que había sido feliz, y recordé mis años en el Opus Dei»
Ale es boliviana, madre de dos hijos, psicoterapeuta y médica. Ha dedicado gran parte de su vida al servicio social. Inspirada por la enseñanza de san Josemaría, comprendió que la pobreza no solo es material, sino también la falta de amor y de Dios. Junto con su marido decidió dedicarse a la rehabilitación social. Cuando éste murió en un accidente, Ale se dio cuenta de que debía continuar, apoyada en su fe.
Mª Ángeles, España: «Echo un poco la vista atrás, y pienso que tengo una vida plena»
Mª Ángeles conoció el Opus Dei por casualidad, cuando una profesora del instituto de su pueblo le habló de la oportunidad de vivir en un Centro de Estudio y Trabajo (CET). Allí aprendió sobre todo tres cosas: “Primero, a compatibilizar el estudio y el trabajo, a aprovechar más el tiempo porque en casa no pegaba mucho sello. Luego me ayudó a conocer lo que es la vida cristiana vivida con coherencia. Y la tercera cosa, que condicionó luego el descubrimiento de mi vocación, fue conocer el Opus Dei desde dentro
Mercedes y Concha, España: «Siempre hemos tenido el apoyo para cuidar de nuestros hermanos»
Mercedes y Concha son hermanas y las dos son numerarias auxiliares. Tras muchos años de trabajo en la administración de casas del Opus Dei, ahora se dedican al cuidado de sus hermanos, aquejados de paraplejia espástica, y a sacar adelante actividades de apostolado en lugares de la costa levantina como Gandía o Alzira. Se recoge a continuación una conversación entre las dos hermanas.