No lo olvides: tanto mejor convencemos cuanto más convencidos estamos. (Surco, 929)
"No se enciende la luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero, a fin de que alumbre a todos los de la casa; brille así vuestra luz ante los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".
Y, al final de su paso por la tierra, manda: «euntes docete» –id y enseñad. Quiere que su luz brille en la conducta y en las palabras de sus discípulos, en las tuyas también. (Surco, 930)
¿Que es vieja esa idea del catolicismo, y por tanto inaceptable?... –Más antiguo es el sol, y no ha perdido su luz; más arcaica el agua, y aún quita la sed y refresca. (Surco, 937)
Algunos no saben nada de Dios..., porque no les han hablado en términos comprensibles. (Surco, 941)
Créeme, el apostolado, la catequesis, de ordinario, ha de ser capilar: uno a uno. Cada creyente con su compañero inmediato. (Surco, 943)