“Vino a revelarnos el amor”
Cristo, que subió a la Cruz con los brazos abiertos de par en par, con gesto de Sacerdote Eterno, quiere contar con nosotros –¡que no somos nada!–, para llevar a "todos" los hombres los frutos de su Redención (Forja, 4).
No es la vida corriente y ordinaria, la que vivimos entre los demás conciudadanos, nuestros iguales algo chato y sin relieve. Es, precisamente en esas circunstancias, donde el Señor quiere que se santifique la inmensa mayoría de sus hijos.
Es necesario repetir una y otra vez que Jesús no se dirigió a un grupo de privilegiados, sino que vino a revelarnos el amor universal de Dios. Todos los hombres son …