'Camino', una joya para los seminaristas clandestinos

Un sacerdote greco-católico de Ucrania relata la ayuda que supuso el libro de san Josemaría durante su preparación al sacerdocio en la época comunista.

Fotografía de Elena Penkova (Flickr)

«El 4 de septiembre de 1989, en Liegnitz, Polonia, el obispo Ivan M., me regaló Chlaj, 'Camino' en ucraniano, una edición de 1974 impresa en Múnich. Fue mi primer contacto con el libro y su autor.

Cada día abría el libro al azar y ahí leía. De esta manera descubría lo que Dios me quería decir en concreto a mí aquel día

El libro era una joya para nosotros, seminaristas clandestinos, en aquel tiempo de la Iglesia de las catacumbas. Lo leíamos todos los días. El director espiritual, nos decía que después de la Sagrada Escritura, en segundo lugar debíamos tener Chlaj.

Cada día abría el libro al azar y ahí leía. De esta manera descubría lo que Dios me quería decir en concreto a mí aquel día.

'Camino' lo tengo lleno de anotaciones y subrayados a lápiz

Hasta hoy, he guardado el libro como una reliquia de los tiempos de clandestinidad y recuperación espiritual. Se ve que lo estudié con atención: lo tengo lleno de anotaciones y subrayados a lápiz (es mi manera de trabajar los libros, de profundizar y analizarlos).

Me alegro mucho de que se esté preparando una nueva edición, con una mejor traducción y con puntuación moderna».

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Este relato forma parte del libro electrónico «Compañeros de Camino», que puedes descargar gratuitamente en varios formatos. También puedes leer otras Historias de Camino.