Anunciadas en un folleto multicolor, estas reuniones tuvieron como marco la celebración del centenario del nacimiento del fundador del Opus Dei. La presentadora de estas jornadas, Dra. Amisi, citó un texto del beato Josemaría donde se encuentra la razón de ser de las iniciativas presentadas: “Un hombre o una sociedad que no reaccione ante las tribulaciones o las injusticias, y que no se esfuerce por aliviarlas, no son un hombre o una sociedad a la medida del amor del Corazón de Cristo”. La reflexión sobre la necesidad de encontrar soluciones que contribuyan realmente al desarrollo, y el trabajo bien hecho, con espíritu de servicio, como camino para conseguirlo, han estado presentes a lo largo de las intervenciones.
Pocas personas en Kinshasa pueden decir que conocieron personalmente al beato Josemaría. La Dra. María Dolores Mazuecos contó sus recuerdos del fundador del Opus Dei, cerca del cual vivió en los años 70. Describió el inmenso panorama que el beato Josemaría ya planteaba desde los años 40, asegurando que un día serían realidad las más variadas iniciativas de promoción de la mujer que se promoverían en todo el mundo.
La intervención de Annick Rascar, Directora del Institut Superieur en Sciences Infirmières (ISSI), creado en 1997 mostró cómo este sueño va haciéndose realidad poco a poco también en Kinshasa. El ISSI procura que sus alumnas adquieran una formación profesional seria, empapada de los valores humanos y cristianos. Tres promociones de enfermeras han obtenido ya el diploma y trabajan en diferentes instituciones hospitalarias de la capital y del interior del país,
Nelly Tshela, Directora Técnica del Liceo Profesional Kimbondo, bajo el título “Tradición y desarrollo no se contradicen” explicó la gestación y el nacimiento del Liceo desde las primeras clases, dadas al aire libre bajo un árbol, hasta el día de hoy en que se realiza una amplia labor educativa y social en una gran barriada rural de las afueras de Kinshasa.
Un documental sobre proyectos de desarrollo en varios países del mundo, entre ellos el Centro Médico Monkole de Kinshasa, seguido de un debate, completó la serie de “citas”. A una pregunta abierta sobre si valía la pena complicarse la vida por este tipo de iniciativas, la respuesta de una participante resumía el sentir de la asamblea: promover este tipo de iniciativas no es complicarse la vida sino darle un sentido.