Jóvenes ante el gran desafío de la paz

La inauguración del año académico en dos residencias universitarias de Italia—Segesta, de Palermo, y Torleone, de Bolonia— ha dado ocasión a un par de conferencias sobre el sentido de la institución universitaria a la luz de las enseñanzas del beato Josemaría.

Aula magna de la residencia universitaria Torleone de Bolonia.

En Palermo, el pasado 17 de noviembre, el profesor Umberto Farri, presidente del I.C.U. (Instituto para la Cooperación Universitaria), inauguró el año académico de la residencia Segesta con una conferencia titulada "Sembradores de paz y de alegría: la respuesta de los universitarios".

El presidente del I.C.U., que en los últimos años de vida del beato Josemaría escuchó directamente de sus labios, en numerosas ocasiones, palabras estimulantes sobre el papel de la universidad en la tarea de la construcción de la paz, recordó que para el fundador del Opus Dei el trabajo universitario bien hecho es fuente de concordia y solidaridad entre los pueblos. Mencionó diversas iniciativas que se han promovido en varios países de África y de América gracias al impulso de Josemaría Escrivá. Strathmore College, en Nairobi (Kenia), primer college interracial del África oriental, es un buen ejemplo.

Al concluir el acto, se proyectó un vídeo sobre un campo de trabajo realizado el pasado verano por un nutrido grupo de universitarios italianos, peruanos y ecuatorianos, que instalaron paneles solares en varias aldeas de los Andes peruanos a las que no ha llegado todavía la red eléctrica.

¿Existe una vocación universitaria?

Precisamente en Perú, el beato Josemaría "implusó la creación de la Universidad de Piura, en un ámbito geográfico y cultural sin grandes cotas de desarrollo", explicó el profesor Giuseppe Tanzella-Nitti en la inauguración del año académico de la residencia universitaria Torleone de Bolonia, el pasado 11 de noviembre. Esa Universidad ha supuesto posteriormente un impulso importante en el desarrollo de la ciudad de Piura, señaló Tanzella-Nitti, quien también recordó, en este contexto, las enseñanzas del fundador del Opus Dei sobre el trabajo: todo trabajo humano —manual o intelectual— puede convertirse en un lugar de encuentro con Dios y de servicio a los demás.

Tanzella-Nitti, profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, se planteó una pregunta que interpelaba a todos los presentes: "¿Existe una vocación universitaria propiamente dicha, en el sentido de una llamada a desempeñar una misión en la sociedad? Para el beato Josemaría —explicó Tanzella-Nitti— esa vocación universitaria existía; y además formaba parte de la vocación cristiana que lleva a santificar las realidades humanas y a descubrir el trabajo como camino de santidad. En consecuencia, la vocación universitaria debe llevar a un trabajo científico riguroso y responsable, que sirva a la comunidad humana y responda a la voluntad de Dios sobre los hombres". Abundando en esto, el profesor Tanzella-Nitti recordó que en Camino, uno de los libros de espiritualidad más conocidos del beato Josemaría, se lee que con el estudio y la competencia profesional se vive la caridad. El punto 340 es un buen ejemplo: "Estudia. —Estudia con empeño. —Si has de ser sal y luz, necesitas ciencia, idoneidad. ¿O crees que por vago y comodón vas a recibir ciencia infusa?".

Entre el público que asistió a la conferencia se encontraba, además de los residentes con sus familias y de numerosos amigos, el Rector de la Universidad de Bolonia.