Trabajar la confianza (VII): Futuro inesperado

La elección del futuro profesional de un hijo se vive de manera diferente en cada familia: las expectativas y los proyectos de los padres sobre los hijos pueden entrar en conflicto con lo que los propios hijos quieren. Séptimo video de la serie "Trabajar la confianza".

La elección de la educación superior es un momento muy importante en la vida de los hijos. Como consecuencia, también lo es para los padres que, naturalmente, tienen sueños y expectativas para sus hijos.

Cuando los hijos deben decidir sobre su futuro formativo y profesional, el primer instinto de los padres podría ser influir en sus decisiones, por su propio bien. Los padres pueden tener el deseo de sugerir una serie de opciones que, según su experiencia y su opinión, son las mejores para el hijo.

Cada situación es diferente: a veces el hijo quiere elegir un camino totalmente diferente al de los padres, a veces totalmente idéntico; También puede haber casos en que el hijo no sepa qué decidir.

En general, la imposición de los propios proyectos a los hijos puede llevar a consecuencias negativas, porque el chico o la chica se ve obligado a recorrer un camino que no es el que desea.

Los padres son llamados a apoyar a sus hijos en sus elecciones con respecto a su futuro después de la escuela, sabiendo cómo aconsejar, pero sin pasar por alto su libertad. El desafío educativo consiste en hablar con los hijos, entendiendo sus intereses, deteniéndose en las cosas buenas de sus propuestas, tratando de entender juntos lo que es mejor hacer.

Es posible amar al otro con sus defectos, pero no por sus defectos: es también por esta razón que el amor nos impulsa a desear el bien de la persona, que da lo mejor de sí misma, para que alcance la felicidad. Por ello, la persona que ama pide al otro que luche contra sus defectos y desea ardientemente ayudarle a corregirlos. Esta es la clave para entender cómo es posible respetar la libertad de los hijos y, al mismo tiempo, ayudarles para que dirijan sus elecciones hacia el camino correcto.

Proponemos algunas preguntas que te pueden ayudar a sacar más provecho de este video, cuando los veas con tus amigos, en la escuela o en la parroquia.

Preguntas para el diálogo:

  • ¿Conozco las aspiraciones profesionales de mis hijos? ¿Consigo mostrar concretamente a mis hijos mi apoyo para sus elecciones educativas y profesionales, incluso si hubiera querido otra cosa para ellos? ¿Me doy cuenta de que las palabras de los padres sobre una carrera en particular pueden ser muy influyentes en comparación con las elecciones de los hijos? ¿Puedo distinguir entre los sueños de mis hijos y los sueños como padres que proyectamos sobre los hijos?
  • ¿Trato de interesarme por el futuro educativo y profesional de mis hijos con discreción, sin hacer presión en una opción en lugar de otra? ¿Me preocupo sinceramente por las pasiones de mis hijos (deportes, pasatiempos, amistades, series de televisión ...), incluso si son diferentes a las mías? ¿Los cónyuges hablamos acerca de nuestros puntos de vista relativos a las aspiraciones de nuestros hijos? Cuando un hijo me pide consejo sobre su futuro profesional, ¿puedo hacerle entender que las decisiones finales en este campo dependen de él, mientras que los padres tenemos la tarea de ayudarle a elegir bien, acompañarlos y hablar con él sobre cómo son, destacando los talentos que tienen y que podrían ponerse más en juego en una determinada elección profesional?
  • ¿Qué tipo de valores transmitimos a nuestros hijos sobre el sentido del estudio y el trabajo, los horizontes profesionales y la realización de los talentos personales? ¿Tratamos de evitar la comparación con los hijos mayores de otras familias, ya sea en un sentido despectivo ("si tomas esas decisiones acabarás como Fulanito, atento"), o en un sentido positivo ("deberías hacer lo mismo que Fulanito, mira qué éxito ha tenido”) ¿Tratamos de entender en profundidad los sueños y los razonamientos de nuestros hijos?
  • ¿Qué confianza tengo en las elecciones de mi hijo? ¿Escucha mi hijo los consejos que le doy? ¿Cómo de grande es el nivel de confianza entre padres e hijos?

Propuestas de acción

  • Asegúrate de que tú y tu cónyuge compartís las mismas ideas respecto al respeto por la libertad de los hijos en sus opciones profesionales y formativas.
  • Evita forzar la conversación sobre el futuro formativo del hijo.
  • Cuando hables sobre el futuro educativo y profesional, encuentra las palabras adecuadas para explicar a tus hijos que la responsabilidad de su futuro depende en gran medida de ellos, enfatizando vuestro apoyo como padres.
  • Escucha atentamente las razones que han llevado a tu hijo a seguir un cierto camino de formación. Limita lo más posible, en este contexto, los consejos sobre cuáles consideras que son la mejor opción.
  • Si tu hijo está indeciso, intenta hacerle entender, junto con tu esposo/a, que lo importante es que la elección sea suya, no de los padres.
  • Los hijos están muy atentos a la actitud de los padres en el diálogo: si hay aspectos de la elección que no entiendes o no compartes, pregúntales, con delicadeza y, si es preciso, en otro momento.

Meditar con la Sagrada Escritura y con el Catecismo de la Iglesia Católica

  • La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el respeto al que éste tiene derecho. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa. Este derecho debe ser reconocido y protegido civilmente dentro de los límites del bien común y del orden público. Catecismo de la Iglesia Católica, 1738.
  • Las relaciones en el seno de la familia entrañan una afinidad de sentimientos, afectos e intereses que provienen sobre todo del mutuo respeto de las personas. La familia es una comunidad privilegiada llamada a realizar un propósito común de los esposos y una cooperación diligente de los padres en la educación de los hijos. Catecismo de la Iglesia Católica, 2206.
  • Cuando llegan a la edad correspondiente, los hijos tienen el deber y el derecho de elegir su profesión y su estado de vida. Estas nuevas responsabilidades deberán asumirlas en una relación de confianza con sus padres, cuyo parecer y consejo pedirán y recibirán dócilmente. Los padres deben cuidar de no presionar a sus hijos ni en la elección de una profesión ni en la de su futuro cónyuge. Esta indispensable prudencia no impide, sino al contrario, ayudar a los hijos con consejos juiciosos, particularmente cuando éstos se proponen fundar un hogar. Catecismo de la Iglesia Católica, 2230.
  • y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Éxodo 35, 31-33.
  • Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová. 1 Crónicas 28, 20.

Meditar con el Papa Francisco

  • Los padres de Jesús van al templo para confirmar que el hijo pertenece a Dios y que ellos son los custodios de su vida pero no son los propietarios. Y esto nos hace reflexionar. Todos los padres son custodios de la vida de los hijos, pero no propietarios y deben ayudarlos a crecer, a madurar. Ángelus, 31-12-2017.
  • Por su parte, los hijos no deben tener miedo del compromiso de construir un mundo nuevo: es justo que deseen que sea mejor que el que han recibido. Pero hay que hacerlo sin arrogancia, sin presunción. Hay que saber reconocer el valor de los hijos, y se debe honrar siempre a los padres. Audiencia General, 11-02-2015.

Meditar con san Josemaría

  • Por otra parte, los padres han de procurar también mantener el corazón joven, para que les sea más fácil recibir con simpatía las aspiraciones nobles e incluso las extravagancias de los chicos. La vida cambia, y hay muchas cosas nuevas que quizá no nos gusten —hasta es posible que no sean objetivamente mejores que otras de antes—, pero que no son malas: son simplemente otros modos de vivir, sin más trascendencia. En no pocas ocasiones, los conflictos aparecen porque se da importancia a pequeñeces, que se superan con un poco de perspectiva y de sentido del humor. Conversaciones, 100.
  • El consejo no quita la libertad, sino que da elementos de juicio, y esto amplía las posibilidades de elección, y hace que la decisión no esté determinada por factores irracionales. Después de oír los pareceres de otros y de ponderar todo bien, llega un momento en el que hay que escoger: y entonces nadie tiene derecho a violentar la libertad. Los padres han de guardarse de la tentación de querer proyectarse indebidamente en sus hijos —de construirlos según sus propias preferencias—, han de respetar las inclinaciones y las aptitudes que Dios da a cada uno. Conversaciones, 104.

Textos para seguir reflexionando

  • Protagonistas de nuestra vida: Cuando explicamos el por qué de nuestras reacciones espontáneas, más que decir "es que soy así", muchas veces tendríamos que admitir: "me he hecho así". Editorial sobre la forja del carácter en la vida del cristiano.