Hace más ruido un gran árbol al derrumbarse que una semilla que comienza a crecer. Aquél no tiene futuro; ésta posee una fuerza increíble y todo un futuro por delante.
Así es África: un continente del que nos llegan con gran despliegue sus tragedias, y del que desconocemos sus pequeñas y numerosas promesas.
África no es sinónimo de guerra, desastres naturales, plagas, enfermedades y sequía. La normalidad africana es diferente, pero no atrae la atención de los medios de comunicación.
Para sacar esas buenas historias a la luz, el proyecto Harambee –nacido con motivo de la canonización de Josemaría Escrivá- convocó el Premio ‘Comunicar África’.
El galardón se ha entregado esta mañana en el ayuntamiento de Roma. El acto ha servido también para celebrar los 40 años del ICU, el Istituto per la Cooperazione Universitaria, entidad que gestiona los proyectos de Harambee.
Asimismo, se ha recordado a Umberto Farri, creador e impulsor del ICU, que falleció recientemente. Un vídeo-homenaje ha repasado los principales proyectos que esta organización impulsa en diversos países del mundo: desde empresas agrícolas en Líbano y Argentina, hasta formación de profesores de escuela primaria en Perú y Kenia, o el desarrollo de un hospital en el Congo.
El premio ‘Comunicar África’ consta de dos categorías: producción africana y no africana. El primero ha recaído sobre el documental: “ Alaoma. Tierra de belleza y esplendor” , del nigeriano Gabriel Otonoku.
El jurado ha resaltado “la visión de una Nigeria pacífica, orgullosa de su propia historia y conocedora de sus múltiples culturas, donde coexisten en armonía la fe en Cristo, la creencia en Allah y la práctica de ritos animistas y otras religiones tradicionales. Una Nigeria que avanza hacia la modernidad y el desarrollo económico sin renegar de sus raíces culturales” .
El documental “Cuando dices 4.000 adios”, del irlandés Jim Fahy, ha vencido en la categoría no africana. Cuenta la historia de Mike Meegan, un médico irlandés que desde hace 25 años atiende sanitariamente a una población de 300.000 masais en Kenia, en una zona carente de infraestructuras, energía y agua potable, azotada por el sida, el cólera, la malaria y la tuberculosis.
Es, como ha puesto de relieve el jurado, “la historia de un hombre que no se rinde ni se rendirá nunca. En su infatigable lucha contra el dolor, la miseria y la muerte, algunos ven al Dr. Meegan como un santo y otros como un don Quijote. Nosotros creemos –señalan los jueces- que es un hombre que no soporta el sufrimiento de los demás y, por eso, lucha”.
Marco Sala, administrador delegado de Lottomatica (empresa que ha ofrecido los dos premios de 10.000 €) ha entregado los galardones junto con Carlo de Marchi, secretario general del ICU; Jean Leonard Touadi, asesor del Ayuntamiento de Roma; y Franco di Mare, periodista de la RAI.