Efectos visuales para conseguir becas

En el mes de mayo, la Universidad de Navarra presentó el Plan Prepara2, en el que desarrollan las medidas del centro para hacer frente al próximo curso, marcado por la crisis económica y la ausencia de vacuna para la COVID-19. Uno de los apartados explica el programa de becas y ayudas para que ningún alumno se quede sin estudiar. Javier, que es profesor de la Facultad de Comunicación, pensó que quizás ahí podía echar una mano.

🎧 La historia contada por Javier.


La pandemia de Javier y Lola ha sido como la de muchas familias numerosas: trabajando desde casa y con todos los niños metidos dentro. Caótica pero sin grandes sustos, gracias a Dios. Él es profesor de Posproducción audiovisual en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y ella ama de casa. Entre los dos, haciendo malabarismos, han conseguido compatibilizar su profesión con las clases, los juegos y la atención de sus siete hijos a tiempo completo.

“Una de mis asignaturas consiste en enseñar a los alumnos a realizar efectos visuales a través del software After Effects, explica Javier. Durante el confinamiento seguí dando las clases a través de videoconferencias y resultó bastante bien, era ameno y divertido. De hecho, contacté con varios alumnos que tenían interés y les di algunas clases de forma extraacadémica para aprovechar el tiempo. Había muchos aburridos. Nos juntábamos los miércoles de noche a pasar el rato y nos daban las tantas”.

La familia de Javier y Lola... en una fotografía con humor

Entre medias, como el resto de empleados de la Universidad, estaba inmerso en Prepara2, el plan de vuelta a las aulas en septiembre. Uno de los apartados del mismo era el de becas y donaciones. “Hablando con los alumnos, algunos me habían contado las situaciones económicas por las que estaban pasando sus padres, estaba muy sensibilizado con el tema- explica. Lola y yo estuvimos pensando en la posibilidad de hacer una donación para ayudar pero en nuestro caso era inviable. Seguimos dándole vueltas al asunto y llegamos a la conclusión de que el siguiente recurso más preciado que teníamos en casa era el tiempo”.

Javier se enteró de que algunas personas ofrecían su tiempo para sacar adelante iniciativas para conseguir fondos. En su caso, los conocimientos de After Effects podrían ser una buena oportunidad para hacerlo porque podría dar algunas clases y donar el dinero para el programa de becas. “Pero el factor tiempo no es sólo mío, continúa Javier, así que hablamos mi mujer y yo para establecer unas condiciones: las clases debían ser durante las vacaciones -porque este año, por la situación general, nos hemos quedado en Pamplona- y en momentos donde los niños no requieran mi presencia”.

La hora de la siesta fue la gran “perjudicada” del proyecto, pero los buenos resultados han demostrado que valía la pena sacrificarla. El curso fue un éxito. “Con todos los interesados creamos varios grupos y comenzamos las clases. Los alumnos estaban muy entregados, el departamento de Alumni me apoyó con la gestión de una forma muy profesional, y me divertí muchísimo con la gente. Luego, de hecho, he seguido manteniendo contacto con algunos a través de sus proyectos”.