En Finlandia hace frío. Mucho frío. El paisaje incluye termómetros a -25 grados y el aire pulula congelado en las estaciones más fuertes del año. Esas temperaturas no son coyunturales en el país. Ese frío está en la calle y en las personas, a veces congela el acercamiento, la comunicación y las relaciones sociales en la capital casi por antonomasia de la sociedad material del bienestar.
Más allá del blanco perpetuo de su fisonomía, Finlandia es una referencia para muchos gobiernos mundiales. Su modelo educativo es ampliamente reconocido. Sus prestaciones sociales son una aspiración internacional. Y por eso el desarrollo de Finlandia está en los discursos políticos del resto de Europa.
Además de todo eso, Finlandia se está convirtiendo en una referencia para la unidad de los cristianos, porque allí, católicos, luteranos y ortodoxos trabajan de la mano para descongelar los principios, derretir los corazones de las familias y romper el hielo de la sociedad del bienestar que pretende convertirse, también, en la sociedad del bien ser…
Contra el frío, el calor de la fe
La presentación en Pangea Travel Store (Madrid) del último libro de José Miguel Cejas, Cálido viento del norte, ha puesto de manifiesto hasta qué punto Finlandia es una locomotora. Dos de los entrevistados en ese compendio de historias personales que se han convertido en un homenaje inspirador para el ecumenismo mundial han venido desde el norte para explicar qué, cómo, y por qué la unidad de las confesiones cristianas es una hoguera que convierte a la fe en el calor que las sociedades más desarrolladas necesitan para no perderse en el vacío interior.
Monseñor Raimo Goyarrola es un sacerdote español que lleva diez años intensos en Finlandia. Embarcó como un protagonista más de la expansión del Opus Dei por el mundo, y ahora es el vicario general de la Diócesis de Helsinki.
Mons. Raimo Goyarrola, sacerdote católico y el Rvdo. Juhani Holma, pastor luterano, se conocieron hace nueve años en las montañas de Laponia. Hablan, piensan, trabajan y rezan juntos
En diez años ya tiene un equipo de amigos más grande que su Athletic de Bilbao, y muchos de ellos visten camisetas de diferentes confesiones religiosas, cristianas o no. Su día a día gira entre católicos, luteranos, ortodoxos, y musulmanes, y judíos… Basta saber finés y querer dialogar para construir amistades en el país del hielo por fuera y, a veces, por dentro.
El reverendo Juhani Holma, pastor de la Iglesia luterana de Finlandia, ha aterrizado con él en Madrid. Se conocieron hace nueve años en las montañas de Laponia. Hablan, piensan, trabajan y rezan juntos.
Un modelo de unidad de los cristianos
El monseñor y el reverendo son una imagen gráfica de que Finlandia se ha convertido en un modelo de unidad entre las confesiones religiosas en un país que facilita ese contexto, porque allí la religión se valora como una aportación positiva a la sociedad que une y mejora a los ciudadanos.
Cualquier colegio de Finlandia con tres estudiantes interesados en recibir clases de religión tiene la obligación de ofrecer un profesor, de la confesión que sea
Por eso uno de los programas más vistos de la televisión finlandesa es el mensaje navideño en el que un político, un miembro de la Cruz Roja, y los tres obispos -católico, luterano y ortodoxo- se juntan para felicitar las fechas y el pueblo disfruta al constatar, una vez más, que los diferentes construyen en la misma dirección.
Por eso cualquier colegio de Finlandia con tres estudiantes interesados en recibir clases de religión tiene la obligación de ofrecer un profesor, de la confesión que sea.
Por eso la seguridad de que la fe calienta el interior de la sociedad del progreso hace que, más allá de los credos, el bien común esté por encima de las ideologías, y por eso, la religión se valora como una realidad histórica y cultural con vocación de unir lo que separa el frío y la indiferencia.
Diálogo, amistad y cercanía doctrinal
Mons. Raimo Goyarrola es uno más entre los sacerdotes católicos finlandeses que desean y trabajan por la unidad de los cristianos. Su experiencia personal de una década es rica y quizás se pueda resumir en estas palabras llenas de esperanza: "El diálogo oficial entre la Iglesia Católica y la Iglesia Luterana sobre qué es la Iglesia, qué es la Eucaristía y qué es el ministerio sacerdotal demuestra que estamos muy cerca doctrinalmente". Y si encima es un diálogo entre amigos, todos los obstáculos históricos se reducen, aunque permanezcan.
"El diálogo oficial entre la Iglesia Católica y la Iglesia Luterana sobre qué es la Iglesia, qué es la Eucaristía y qué es el ministerio sacerdotal demuestra que estamos muy cerca doctrinalmente", dice Mons. Goyarrola
El reverendo Juhani Holma pinta este cuadro ecuménico con una frase gráfica: "La iglesia luterana en Finlandia huele a católica". Por eso aprovecha los huecos de este viaje a Madrid para leer un libro del Papa Francisco. Y por eso admira al Papa y "siento mucha envidia sana de que la Iglesia Católica tenga un pastor que la sostenga. Cuando hay autoridad los temas doctrinales y morales están más claros para todos".
Por eso la Iglesia luterana ha traducido al finés la tercera parte de Jesús de Nazaret de Benedicto XVI en donde la protagonista es la Virgen María…
Unidad y bien común
Un cálido viento ecuménico corre fresco desde el norte de Europa. Allí lo que une flota en el ambiente. La fe, la honradez, el afán de ayudar a las personas y de servir al bien común son la punta y el resto del iceberg.
Finlandia se está convirtiendo en una referencia para la unidad de los cristianos, porque allí, católicos, luteranos y ortodoxos trabajan de la mano
En Finlandia, católicos, luteranos y ortodoxos, cada uno con sus diferencias reales y sus particularidades, van de la mano para rescatar a las familias del frío polar de distantes. El carácter tranquilo, amable y solidario de los finlandeses sirve de sustrato para este redescubrimiento de la unidad familiar como base, estructura y guinda del pastel.
En Finlandia, las tres confesiones cristianas se han aliado para luchar con palabras y con hechos por la verdadera dignidad de las personas que no debe relegar el ritmo del progreso.
En Finlandia hay un "complot" de todas las iglesias cristianas para demostrar con su ejemplo de unidad que la ausencia de trascendencia ahoga el futuro. Por eso, dialogar, conversar, acordar y rezar son verbos para conjugar juntos. Porque el individualismo helado no es cristiano.
En un país literalmente a oscuras durante muchas horas del año, cálidamente se enciende la luz.