La vocación al Opus Dei
En Bogotá, respondiendo a una pregunta, Mons. Álvaro del Portillo describió la vocación al Opus Dei.
El mensaje del Opus Dei
«Desde 1928 mi predicación ha sido que la santidad no es cosa para privilegiados, que pueden ser divinos todos los caminos de la tierra, porque el quicio de la espiritualidad específica del Opus Dei es la santificación del trabajo ordinario».
Visita de Pablo VI al centro ELIS
Video resumen de la visita del Papa Pablo VI al Centro Elis, una obra corporativa del Opus Dei en los alrededores de Roma.
El trabajo y la gente del Opus Dei
La vocación al Opus Dei no cambia ni modifica en ningún modo la condición, el estado de vida, de quien la recibe. Y como la condición humana es el trabajo, la vocación sobrenatural a la santidad y al apostolado.
Pablo VI y san Josemaría
Ante la próxima beatificación del Papa Pablo VI, recogemos algunos relatos del trato que tuvo este Pontífice con san Josemaría Escrivá de Balaguer.
Bajo la mirada de la Virgen
El campus México de la Universidad Panamericana festejó en grande la beatificación de don Álvaro del Portillo.
Santificación del trabajo
Amamos ese trabajo humano que El abrazó como condición de vida, cultivó y santificó. Vemos en el trabajo un signo del amor de Dios a sus criaturas y del amor de los hombres entre sí y a Dios: un medio de perfección, un camino de santidad.
50 años en Paraguay: una fiesta de familia
450 personas asistieron a la presentación del documental “San Josemaría y el Paraguay”. Fue el 7 de abril, en el Centro de Convenciones del Shopping Mcal. López de Asunción.
Vivir santamente la vida ordinaria
El 8 de octubre de 1967, San Josemaría celebró una Eucaristía en el campus de la Universidad de Navarra. La homilía de la Santa Misa, posteriormente publicada con el título "Amar al mundo apasionadamente" dentro del libro "Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer", condensa de manera singular toda la predicación de su autor sobre la santidad en la vida ordinaria
Llevar a Jesucristo a todos los ambientes
Hemos de conducirnos de tal manera, que los demás puedan decir, al vernos: éste es cristiano, porque no odia, porque sabe comprender, porque no es fanático, porque está por encima de los instintos, porque es sacrificado, porque manifiesta sentimientos de paz, porque ama.