Opus Dei

El beato Álvaro se hace cargo de las oraciones de muchas personas e intercede por ellas ante Dios. Esta es una selección de favores que el beato ha concedido desde su beatificación y que han relatado sus protagonistas.

Estoy casada y tengo cinco niños. Nos casamos hace nueve años y desde entonces hemos vivido alquilados en varias casas, pero la última vivienda se nos quedaba pequeña.

Uno de los alumnos de Adrián sufría fuertes dolores de cabeza a causa de un tumor cerebral.

Entre Madrid y Chicago no hay distancia para la mensajería instantánea. Así fue la conversación entre dos amigos -con sus faltas de ortografía-, a través de la cual el Beato Álvaro ayudó a encontrar un buen trabajo.

Carlos Gómez, colombiano y padre de 9 hijos, recuerda su viaje a Madrid y Roma con ocasión de la beatificación. Lo que parecía imposible se convirtió en una experiencia familiar de fe.

Jaime y Alejandro son padre e hijo y regentan en Castellón de la Plana un negocio familiar de reparación de calzado y duplicado de llaves y mandos de automóvil. Hace unos años les hablaron de la devoción a Álvaro del Portilllo y desde entonces -como ellos dicen-, "está con nosotros en todo momento, las 24 horas del día".

Jorge Barraza atiende un kiosko desde hace más de 40 años. Es un personaje conocido en Viña del Mar. Problemas económicos derivados de una hospitalización lo llevan a endeudarse y arriesgar su fuente de trabajo. Hasta que llegó a sus manos una estampa de Álvaro del Portillo.

Cada vez más personas acuden a don Álvaro para que interceda ante Dios para resolver una necesidad o preocupación. En este vídeo, padres y madres de familia, enfermos, sacerdotes y otras personas cuentan cómo le tratan (en catalán, con subtítulos).

Una madre, Kattia Garita de Hidalgo, narra el favor que pidió a Dios por intercesión de don Álvaro para que curara a su hija Catalina, niña que nació con problemas serios del corazón y los pulmones en San José, Costa Rica

Mi esposo y yo llevamos casados casi seis años. Nos casamos jóvenes: él tenía 23 y yo 25. Nuestra mayor ilusión era formar una familia.