
25 de marzo: Anunciación del Señor
Comentario de la solemnidad de la Anunciación. “Y entró donde ella estaba y le dijo: — Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo”. Contemplando a nuestra Madre Inmaculada, bella, totalmente pura, humilde, sin soberbia ni presunción, podemos reconocer nuestro destino verdadero, nuestra vocación más profunda: ser amados, ser transformados por el amor, por la belleza de Dios.