El fin sobrenatural de la Iglesia
"Si admitiésemos sólo la parte humana de la Iglesia, no la entenderíamos nunca, porque no habríamos llegado a la puerta del misterio.", son palabras actuales de san Josemaría, en su homilía 'El fin sobrenatural de la Iglesia', publicada en el libro 'Amar a la Iglesia'. Su meditación puede ayudar a entender algunos interrogantes que se plantean en este momento que estamos viviendo.
Cómo afrontar los enfados y los malos ratos
Enfermedad, dificultades, enfados pasajeros o preocupaciones duraderas... Los malos ratos son una experiencia común, ¿se pueden santificar?, ¿son ocasión u obstáculo en la vida de un cristiano?
Llevar a Jesucristo a todos los ambientes
Hemos de conducirnos de tal manera, que los demás puedan decir, al vernos: éste es cristiano, porque no odia, porque sabe comprender, porque no es fanático, porque está por encima de los instintos, porque es sacrificado, porque manifiesta sentimientos de paz, porque ama.
El sentido del dolor
Yo te voy a decir cuáles son los tesoros del hombre en la tierra para que no los desperdicies: hambre, sed, calor, frío, dolor, deshonra, pobreza, soledad, traición, calumnia, cárcel...
Entre las rosas besar la Cruz
El 14 de febrero de 1971, san Josemaría escribió una pequeña anotación, una ficha, que decía: "Entre las rosas besar la Cruz."
El apostolado
Hemos de conducirnos de tal manera, que los demás puedan decir, al vernos: éste es cristiano, porque no odia, porque sabe comprender, porque no es fanático, porque está por encima de los instintos, porque es sacrificado, porque manifiesta sentimientos de paz, porque ama.
El mandamiento nuevo
Una vez más ha predicado con el ejemplo, con las obras. Ante los discípulos, que discutían por motivos de soberbia y de vanagloria, Jesús se inclina y cumple gustosamente el oficio de siervo.
La teología del borrico
Hay cientos de animales más hermosos, más hábiles y más crueles. Pero Cristo se fijó en él. Nuestro Señor estima la alegría de un corazón mozo, el paso sencillo, la voz sin falsete, los ojos limpios, el oído atento a su palabra de cariño. Así reina en el alma.
La Pasión de Cristo
Si alguno quiere venir tras de mí... Niño amigo: estamos tristes, viviendo la Pasión de Nuestro Señor Jesús. —Mira con qué amor se abraza a la Cruz. —Aprende de El. —Jesús lleva Cruz por ti: tú, llévala por Jesús.