El mejor modo de servir
Jesucristo nos animó a ayudar a los demás procurando que sólo Dios fuese testigo de ese servicio. Es un mensaje que repite san Josemaría en este video.
San José, padre del Señor
El Fundador del Opus Dei veía en san José al padre fuerte y cariñoso que Cristo quiso tener en la tierra. A él le pedía que le enseñase a tratar a María y a Jesús: “¡Cómo lo abrazaría, cómo lo besaría!...”
¿Cómo vivir si no estamos enamorados?
Sin el amor, la vida no sería vida. Por eso san Josemaría aconsejaba “enloquecer de amor”, sea un amor del Cielo o de la tierra .
La vocación de san Josemaría
“Llegó el amor cuando menos lo esperaba...”. Así decía la letra de una canción que un grupo de jóvenes cantó a san Josemaría. Y él la aprovechó para recordar el momento en que llegó el Amor a su vida: “Cristo me dijo: eres mío”.
El Espíritu Santo y la vida ordinaria
El Espíritu Santo está dentro de nosotros. Nos acompaña en nuestra vida ordinaria, y nos va cambiando, nos va haciendo mejores. Así lo explicaba san Josemaría.
La libertad de los hijos
San Josemaría hablaba mucho de libertad: de darla, defenderla y saber administrarla. En este video responde a la pregunta: ¿Cómo compaginar libertad y autoridad en la educación de los hijos?
Educar a los hijos en la sobriedad
Los padres de familia pueden enseñar a sus hijos, con paciencia y cariño, a dar el justo valor a las cosas materiales: el teléfono móvil, la ropa, la diversión... La primera lección, el ejemplo.
Audio: La libertad, don de Dios
"Sólo nosotros, los hombres –no hablo aquí de los ángeles– nos unimos al Creador por el ejercicio de nuestra libertad: podemos rendir o negar al Señor la gloria que le corresponde como Autor de todo lo que existe" dice San Josemaría en esta homilía.
Audio: El Sermón de la montaña
"Al ver Jesús a las multitudes, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos". Así comienza la narración de San Mateo del Sermón de la Montaña.
"La grandeza de la vida corriente"
Ofrecemos un extracto, en audio y texto, de la homilía en la que san Josemaría glosó una de las ideas que más predicó a lo largo de su vida: la grandeza de la vida ordinaria del que se sabe hijo de Dios.