Busco tu rostro, Señor
Su alma se consumía en el afán de contemplar, cara a cara, el rostro del Señor: “¡Señor, tengo unas ganas de ver tu cara, de admirar tu rostro, de contemplarte...!" Así fueron los últimos meses de san Josemaría en la tierra.
El Concilio Vaticano II
El 25 de enero de 1959, al conocer la noticia de la convocatoria del Concilio, el fundador del Opus Dei manifestó su alegría y esperanza, y comenzó a rezar y a pedir oraciones “por el feliz éxito de esa gran iniciativa que es el Concilio Ecuménico”.
De cien almas nos interesan las cien
San Josemaría había visto, en la luz fundacional del 2 de octubre, que el Opus Dei se dirigía a todo tipo de personas.
Huellas en la nieve
Puede sorprender que un motivo tan pequeño —unas pisadas en la nieve— baste a un adolescente para tomar una decisión tan grande: entregar a Dios su vida entera; pero ése es el lenguaje con el que Dios suele llamar a los hombres y así son las respuestas, los signos de fe, de las almas generosas que buscan sinceramente a Dios