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Dios: amor de Madre

Desde el bautismo, Dios puede vivir en nuestra alma. Sin que nos demos cuenta, nos cuida, nos protege, nos exige... Como una madre a sus hijos. Así lo explica San Josemaría en este video. (01’31’’)

Tu principal trabajo: tus hijos

El trabajo puede absorber tanto tiempo, que no queda al final del día un rato para estar con los propios hijos. Pero “el Señor bendecirá todos los trabajos que hagas –sugiere san Josemaría en este video-, si dejas alguno, por atender tu trabajo principal: tus hijos” (01’08’’).

Buscar a Dios en todas las cosas

El Fundador del Opus Dei aconseja en este video aprovechar las situaciones ordinarias -el trabajo, las distracciones- para tratar a Dios y darle gloria (00'48'').

AUDIO: Vía Crucis de San Josemaría

El Fundador del Opus Dei escribió un Vía Crucis que relata la Pasión del Señor. Ofrecemos un documento de audio, en el que dos locutores narran las escenas que describió san Josemaría (29 minutos, 14 MB).

"En la calle, eres templo de la Trinidad"

Sabemos que es posible hablar con Dios ante el Sagrario o cuando comulgamos. Pero san Josemaría explica en este breve video que también cuando vamos por la calle, o en el trabajo, o en casa, podemos ser templo donde vive Dios: "Búscame dentro de ti, que allí estoy" (02,30'').

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

El misterio de la Trinidad es el principal misterio de la fe cristiana. "¿Como podría ayudarnos a considerarlo mejor?", le preguntó una chica a san Josemaría (Vídeo: 01'41'').

Las catacumbas de san Calixto

San Josemaría nos guía por las catacumbas de Roma para que apreciemos las hazañas, verdaderamente recias, que llevaron a cabo aquellos primeros cristianos

"Jesús, aquí está Juan el lechero"

Siendo San Josemaría un sacerdote joven, conoció a un lechero que todas las mañanas entraba en su iglesia unos pocos segundos y decía: “Jesús, aquí está Juan el lechero”. Al santo, aquella oración le pareció sencilla y hermosa .

Cuando los hombres lloran

En 1972, un hombre perdió en un accidente de coche a su mujer y un hijo. San Josemaría quiso ayudarle con unas palabras de consuelo. Ante tanto dolor, el santo preguntaba a Dios: “¿Por qué?”.

Las «edicole» de la Virgen María de Roma

Cuando en 1946 llegó a la Ciudad Eterna, san Josemaría Escrivá se llevó una gran alegría al comprobar que en sus calles abundan las representaciones de la 'Madonna'.