En la calle, eres templo de la Trinidad
Los hombres podemos hablar con Dios ante el Sagrario o cuando comulgamos. Pero san Josemaría explica en este breve video que también cuando vamos por la calle, o en el trabajo, o en casa, podemos ser templo donde vive Dios: "Búscame dentro de ti, que allí estoy".
¿Cómo vivir si no estamos enamorados?
Sin el amor, la vida no sería vida. Por eso san Josemaría aconsejaba “enloquecer de amor”, sea un amor del Cielo o de la tierra .
La principal virtud de un profesor
San Josemaría se reunió en 1972 con un grupo de profesores de colegio. Como cristianos, ¿en qué virtud tiene que destacar un maestro?, le preguntaron.
Dar a conocer a Jesucristo
Acoger a todos, dar cariño, no rechazar a nadie. Estos son los consejos que da el fundador del Opus Dei para imitar a Jesucristo, porque Él “tampoco rechazaba”.
La fe se apoya en Jesucristo
“Mi amigo no cree en los curas”, le contaron a san Josemaría. “¡Yo tampoco!”, respondió el sacerdote. “Yo creo por Nuestro Señor Jesucristo”.
El cardenal Rouco abre la causa de canonización de un matrimonio del Opus Dei
El Cardenal Arzobispo de Madrid presidió anoche la sesión de apertura de la causa de canonización del matrimonio formado por los siervos de Dios Paquita Domínguez Susín y Tomás Alvira Alvira.
Buscar a Dios en todas las cosas
El fundador del Opus Dei aconseja en este video aprovechar las situaciones ordinarias -el trabajo, las distracciones- para tratar a Dios y darle gloria.
El Evangelio: palabras viejas y nuevas
Siendo niño, el fundador del Opus Dei escuchaba siempre el mismo cuento protagonizado por unos ladrones. Y le encantaba oírlo una y otra vez. Así es el Evangelio, siempre igual, y siempre nuevo.
La vocación de san Josemaría
“Llegó el amor cuando menos lo esperaba...”. Así decía la letra de una canción que un grupo de jóvenes cantó a san Josemaría. Y él la aprovechó para recordar el momento en que llegó el Amor a su vida: “Cristo me dijo: eres mío”.
El Espíritu Santo y la vida ordinaria
El Espíritu Santo está dentro de nosotros. Nos acompaña en nuestra vida ordinaria, y nos va cambiando, nos va haciendo mejores. Así lo explicaba san Josemaría.









