Número de artículos: 9580

Volver a la casa del Padre

El cristiano ve la vida con alegría porque todo, también sus propios defectos, tiene solución. Como en la historia del hijo pródigo, la vida es volver a diario a la casa del Padre. Así lo explica san Josemaría en este video.

Ejemplo cristiano en el trabajo

¿Cómo mantener la dignidad, dando la cara en un ambiente poco cristiano? Esta pregunta, tan actual, se la hicieron a san Josemaría en 1972. Y ésta fue su respuesta.

La oración, "teléfono directo con Dios"

Rezar no es otra cosa que hablar con Dios, como se charla con un amigo o con un hermano. Y el Señor siempre está esperando ese rato de conversación.

La cultura de tratar a Dios

En Sevilla (España), san Josemaría mantuvo un diálogo con un hombre del campo. “Somos dos hermanos en el trabajo”, le dijo el santo. Su cultura –no aprendida en los libros- le permitía tratar muy bien a Dios.

Cuando los hombres lloran

En 1972, un hombre perdió en un accidente de coche a su mujer y un hijo. San Josemaría quiso ayudarle con unas palabras de consuelo. Ante tanto dolor, el santo preguntaba a Dios: “¿Por qué?”.

Comprender a los hijos

Los hijos a veces causan preocupación. San Josemaría, con dos anécdotas de su familia, explica que a veces bastará con comprender y confiar en los hijos (02’38’’).

Meter a Dios en las cosas terrenas

Ser santos en la vida ordinaria: una meta atractiva para todo cristiano. ¿Cómo alcanzarla? Queriendo al cónyuge, cuidando a los hijos, trabajando con profesionalidad… “Y Dios nos ayudará”, dice san Josemaría.

La Misa: porque Cristo no ha muerto

Video: En una tertulia, preguntaron a san Josemaría cómo aprovechar mejor la Misa. El santo recordó que es un acto maravilloso, de Cristo: “Porque Cristo no ha muerto, Cristo vive”.

Ilusionarse con la vida ordinaria

“Si pones amor en tus días, cada día es distinto”, aconseja el fundador del Opus Dei a quien quiere huir de la rutina y encontrar a Dios en su jornada habitual.

Mi mayor amor: un hebreo

Una muestra práctica de diálogo interreligioso: “Yo amo mucho a los hebreos –dice el fundador-, porque amo a Jesucristo con locura”.