Presidió la celebración de la Santa Misa acompañado del Vicario del Opus Dei para Madrid-Oeste y Ávila, D. Pedro Álvarez de Toledo y Bandeira, el Capellán del Santuario, D. Arturo Díaz y D. Javier Contreras.
Comenzó la ceremonia con unas palabras de D. Pedro Álvarez de Toledo para agradecer la presidencia del Obispo y para agradecer al Patronato del Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, allí presente, su presencia y apoyo en la iniciativa.
Entre el numeroso público asistente se encontraba la escultora del bajorrelieve, Rebeca Muñoz, autora de otras esculturas de san Josemaría para la Iglesia de Saint Juliá de Loira (Andorra) y la Iglesia de Santa María de Gracia (Cartagena). Además de otras obras y de su participación en exposiciones individuales y colectivas, Muñoz destaca por las obras de temática religiosa en bronce, entre otros, del Beato Pere Tarrés, de la Beata Janer y de santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, en el convento de Carmelitas Descalzas de Barcelona.
En el bajorrelieve la escultora ha querido reflejar la historia de la ciudad de Ávila y de aquella visita de san Josemaría con algunos signos: la universalmente conocida muralla de Ávila, Patrimonio de la Humanidad, la Catedral románica, con su torreón de fortaleza medieval… Y los campos de espigas, en el camino de tierra que conduce desde la ciudad amurallada a Sonsoles. “Estas espigas –señaló el Obispo–, san Josemaría las guardaba como un recordatorio del celo apostólico y de que Dios quiere llamar a muchos para que colaboren en sus planes de salvación para el mundo”.
La devoción a Nuestra Señora de Sonsoles en el mundo
En su libro de homilías Es Cristo que pasa, san Josemaría rememora aquella primera visita: “En aquella romería a Sonsoles conocí el origen de esta advocación de la Virgen. Un detalle sin mucha importancia, pero que es una manifestación filial de la gente de aquella tierra. La imagen de Nuestra Señora que se venera en aquel lugar, estuvo escondida durante algún tiempo, en la época de las luchas cristianos y musulmanes en España.
Al cabo de algunos años, la estatua fue encontrada por unos pastores que –según cuenta la tradición–, al verla comentaron: ¡Qué ojos tan hermosos! ¡Son soles!”.
El Obispo de Ávila recordó en su homilía que “Nuestra Señora de Sonsoles es lugar de peregrinación de personas de todo el mundo atraídas por la Virgen, y por el amor a Nuestra Madre de san Josemaría”.
Mons. Jesús García Burillo recordó las palabras del Papa Juan Pablo II en la canonización de san Josemaría, que le llamó “el santo de lo ordinario” y cómo cada fiel cristiano en la Iglesia, en esa “partecica” de la Iglesia que es el Opus Dei, debe “llevar a Cristo a todos los ambientes, mediante la santificación del trabajo profesional y de todas las realidades humanas”.
Concluyó el Obispo de Ávila resaltando cómo aquella primera romería de san Josemaría, fue origen de tantos cientos de miles en el mundo. Desde Chile a Japón, pasando por Vancouver, Boston, Nueva York, Buenos Aires, Río de Janeiro, Viena, Tokio, Kinshasa, Nueva Delhi… Y pidiendo a la Nuestra Señora de Sonsoles para todos los presentes el mismo amor a la Virgen que guio a san Josemaría en su vida de apóstol de Jesucristo.
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• La ciudad de Ávila y San Josemaría Escrivá de Balaguer. Artículo de José Ignacio Peláez en el Diario de Ávila (19 de junio de 2017).