Una parroquia muy bien protegida

​Poco conocemos de la actividad que los santos despliegan en el Cielo, de la comunión de relaciones que establecen, aunque a veces sus consecuencias en la tierra nos dan alguna pista. Así lo percibe el párroco de la iglesia de San Juan Pablo II en Dos Hermanas (Sevilla), Adrián Ríos, que ha querido unir en la nave lateral externa de esta iglesia casi terminada a los santos Alberto Magno, Teresa de Jesús, Ángela de la Cruz y Josemaría Escrivá.

Todos ellos han tenido un vínculo sobrenatural con el templo, y de todos, además del papa titular, espera seguir recibiendo protección y ayuda. “El colegio de San Alberto Magno fue el primer lugar donde celebramos la Eucaristía como parroquia -cuenta Adrián Ríos, el párroco-; Santa Teresa, por el grupo de las Caminantas que presta un gran servicio a nuestra comunidad; Santa Ángela por ser una santa sevillana muy querida y venerada; y San Josemaría, a instancia de muchos fieles y cooperadores de la Obra que vivifican esta zona con su acción apostólica”.

El pasado sábado 27 de junio, tras la celebración de la Santa Misa, tuvo lugar la bendición de la última de estas tallas. Muchas familias de la localidad y de las urbanizaciones próximas de Montequinto, Olivar de Quintos, Entrenúcleos, Los Cerros, etc. acudieron al acto ataviados con unas mascarillas que no podían ocultar su alegría y agradecimiento.

El vicario del Opus Dei en Andalucía Occidental y Extremadura, Gabriel de Castro,

Las esculturas, de tamaño medio, son obra del artista Manuel Téllez. Cuando aún no se había levantado la planta del templo, llegó el primer encargo, el de Santa Teresa, y luego poco a poco los demás. “Se trata de una obra para exterior de un edificio que no es de estilo barroco sino más moderno y sencillo. Por eso, decidí hacerlas en barro cocido con textura, para dar continuidad al ladrillo visto, intentando reflejar lo más representativo de cada santo”. Las imágenes pueden visitarse y venerarse en el llamado patio inglés, flanqueadas por cipreses, y también desde el interior del templo, a modo de singular nave lateral. En cada ventanal puede leerse una frase alusiva a cada santo.

La Eucaristía fue oficiada por el vicario del Opus Dei en Andalucía Occidental y Extremadura, Gabriel de Castro, acompañado por el párroco y por el sacerdote Antonio Elizalde. En el transcurso de la homilía, de Castro explicó que “San Josemaría no llegó a conocer en vida al entonces cardenal Carol Wojtyla pero que en 1982, siendo ya el Papa Juan Pablo II, otorgó al Opus Dei su configuración definitiva como prelatura personal, y más tarde beatificó y canonizó a su fundador, por lo que en la Obra le tenemos un gran cariño y agradecimiento”.

Escultura de san Josemaría en la parroquia de san Juan Pablo II (Dos Hermanas. Sevilla)

El oficiante quiso glosar sus palabras al hilo de tres ideas del Papa en la canonización de San Josemaría. La primera es que “el mensaje del Opus Dei es urgente y actual”: recordar a todos los cristianos que son hijos de Dios llamados a encontrarse con Él a través del trabajo y de las circunstancias familiares, sociales, etc. En este sentido, recordó la frase de san Pablo, “Todo es para bien” que San Josemaría repetía en los momentos de dificultad y que puede leerse impreso en el cristal a través del cual se puede ver la escultura del santo.

En segundo lugar, “que el Papa Juan Pablo II llamó al fundador del Opus Dei el santo de lo ordinario. A veces se piensa –añadió– que los santos son especiales. San Josemaría habla de la santificación a través de cosas tan corrientes como trabajar, sonreír, ser ordenado y puntual, etc.”.

El artista Manuel Téllez, en la galería de santos de la parroquia

Y por último, “la luz, el descanso y la alegría en la cruz”: cómo unidos en la cruz encontramos luz, descanso y alegría. Es una paradoja pero la felicidad está en darse -continuó. “El Señor se abraza a la cruz, se entrega generosamente, porque nos ama. Y nosotros estamos también llamados a entregarnos a Dios y a los demás”.

El vicario concluyó la homilía recordando que “la santidad no consiste en hacer ejercicios dificilísimos sino en dejar que Dios actúe en nosotros en las cosas normales; y hacer –como decía San Josemaría– verso heroico de la prosa de cada día”.

Al término de la Santa Misa, los celebrantes y acólitos y todo el pueblo fiel se trasladó en procesión de los salones, donde tiene lugar la actividad litúrgica mientras terminan las obras, al llamado patio inglés del templo, que muy pronto será inaugurado. Allí tuvo lugar la bendición de la talla de san Josemaría.

Antes, el párroco Adrián Ríos agradeció la colaboración de los fieles de la Obra en las diversas pastorales de la parroquia y pidió al vicario Gabriel de Castro una reliquia de San Josemaría para que forme parte del relicario del altar de la iglesia. Allí, junto a las reliquias de San Juan Pablo II, está previsto que se veneren también las de Santa Ángela de la Cruz, el beato Marcelo Espínola, San Manuel González y Victoria Díez, mártir. Todos ellos santos que fueron elevados a los altares por este papa.