En un sencillo acto celebrado ayer tarde en la Basílica, abarrotado de público, se procedió a la bendición de la inscripción que deja constancia de aquella visita “para su recuerdo permanente”, como señala la placa emplazada por iniciativa de la Hermandad en la Capilla de las Patronas de la Hispanidad de la Basílica.
El acto fue presidido por el Hermano Mayor, Manuel García, a quien acompañaba el vicario delegado del Opus Dei en Sevilla, Ricardo Santiago, y otros sacerdotes. En la homilía de la Eucaristía que precedió a la bendición de la inscripción, el sacerdote y teólogo Antonio Aranda resaltó el amor de san Josemaría a la Virgen, y recreó la visita del fundador de la Obra a la Esperanza Macarena en 1968, cuando viajó a Sevilla en la que sería su octava y penúltima visita a la ciudad.
La Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena es una talla anónima que se viene atribuyendo a diversos escultores del siglo XVII. Conocida universalmente como la Macarena, por hacer suyo el nombre de su barrio, la dulzura y belleza de su rostro, expresión verdadera de la Esperanza de los cristianos, la convierten en la gran devoción de los sevillanos, y en una de las grandes devociones marianas españolas y de toda la cristiandad. Acuden a rezarle diariamente cientos de devotos y recibe continuamente visitas procedentes de todo el mundo.
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Descubrimiento de placa conmemorativa en la Basílica (Página web de la Hermandad de la Macarena)