Nuevos Mediterráneos (III): «Desde la Llaga de la mano derecha…»
Meternos en las llagas de Cristo: dejarnos tocar por el Amor de Dios, y tocar a Dios en quienes sufren. Un camino de contemplación y compasión.
Para mí, vivir es Cristo (VIII): agradar a Dios. Santidad y perfeccionismo
La llamada del Señor a «ser perfectos como el Padre celestial» (Mt 5,48) consiste en vivir como hijos de Dios, conscientes del valor que tenemos a sus ojos, anclados en la esperanza y en la alegría que nace de sentirnos hijos de tan buen Padre.
Para mí, vivir es Cristo (II): caminos de contemplación. Unidad entre oración y evangelización
Adentrarse por caminos de contemplación significa dejar obrar al Espíritu Santo para que Él refleje en nosotros la faz de Cristo en todas las situaciones de nuestra vida.
Nuevos Mediterráneos. Descubrimientos que cambian el paisaje de la vida interior
Dios es nuestro Padre, Jesús es nuestro Amigo, el Espíritu Santo habita en nuestros corazones, tenemos por Madre a María... Cada una de estas realidades fue para san Josemaría «un nuevo Mediterráneo». Sus descubrimientos pueden cambiar también hoy el paisaje de nuestra vida interior. Descarga gratis el libro electrónico.
Nuevos Mediterráneos (V): «A Jesús, por María»
San Josemaría rezaba a la Virgen desde pequeño; de mayor descubrió más: se encontró en los brazos de una Madre, tan cercana como lo es el Cielo.
Nuevos Mediterráneos (IV): «No hable: óigale»
San Josemaría «descubre» al Espíritu Santo a través de un sencillo consejo, que también puede iluminar nuestra vida espiritual.