En su trabajo como preceptores de un colegio quiteño, Juan Carlos Aguilar y Marcelo Albuja, dos jóvenes universitarios que acuden a medios de formación cristiana en la Residencia Universitaria Ilinizas (la primera obra corporativa del Opus Dei en el Ecuador), se dieron cuenta que la mayor parte de los problemas de los chicos eran provocados por compañeros con dotes de liderazgo que -al no tener una motivación bien orientada- llamaban la atención con comportamientos negativos, arrastrando a la mayoría de sus compañeros a adoptar sus mismas actitudes.
Con esa idea, Juan Carlos y Marcelo plantearon un programa de formación, en el que han trabajado activamente varios tutores de chicos jóvenes. El programa piloto se lanzará en el primer trimestre del año 2003-2004.
Mientras tanto, surgió para estos jóvenes la posibilidad de participar en el Congreso Internacional Univ 2003, que se celebró en Roma durante la Semana Santa recién pasada.
El tema del Congreso, al que asistieron tres mil universitarios de todo el mundo, fue “Construir la paz en el siglo XXI”. Durante el Congreso Marcelo y Juan Carlos expusieron el plan de acción del proyecto “Formación de jóvenes líderes”. Comenzó la exposición Juan Carlos, quien resaltó que “para construir la paz en el mundo y sus instituciones, necesitamos generar un cambio positivo en nosotros mismos. Para luego influenciar en nuestra familia, expandirlo a nuestro barrio, llegar a la ciudad, seguir con nuestro país y por ultimo a todo el mundo. Es por esto que siendo la familia el núcleo de la sociedad nosotros debemos empezar una educación de valores desde allí”. Mas tarde Marcelo señaló que “el propósito del liderazgo es generar en cada persona la convicción de que debe convertirse en protagonista de su propia vida; ayudando a otros en la medida de sus capacidades, a gestionar sus propias vidas. Ser persona, con todo lo que ello implica, eso es ser líder. Es necesario formar proyectos o campañas de educación de valores éticos y morales a los jóvenes, futuros líderes del mundo.”
Además de participar en el Congreso Universitario, la delegación de Ilinizas se integró durante esos días romanos en una convivencia internacional con los asistentes al UNIV 2003. La Semana Santa en Roma, cerca del Santo Padre y del Prelado del Opus Dei, ayudó mucho a los siete universitarios quiteños presentes en la “Ciudad Eterna” a acercarse más a Dios y a reflexionar en la necesidad de vivir más a fondo la fe. En una reunión de los congresistas del UNIUV con el Prelado de la Obra, uno de los jóvenes le preguntó a Mons. Javier Echevarría: ¿que podemos llevarnos de Roma? A lo que el Prelado respondió, como recuerda Juan Carlos, haciendo referencia a San Josemaría, quien “con 26 años hizo muy bien su labor profesional y sacó la Obra adelante. De Roma hay que llevarse las ganas de hacer bien las cosas. Reconvertirnos. Ser responsables en el estudio, en el trabajo, en la diversión”. Estas palabras han dado nuevos bríos a los delegados del Ecuador para sacar mejor el proyecto adelante.