Por Adriana Guzmán
Incrustado en una esquina del Edificio Ad Portas de la Universidad de La Sabana se alza con belleza el nuevo Oratorio Santa María de los Ángeles que fue construido bajo la coordinación de la Dirección de Operaciones y un equipo multidisciplinario de la Universidad.
El pasado 2 de octubre, día de conmemoración de la Fundación del Opus Dei, el Oratorio que se une a los cuatro con los que cuenta la Universidad, el Oratorio Central, el de la Escuela de Negocios, Inalde Business School y la Clínica de la Universidad de la Sabana.
Fue bendecido por monseñor Héctor Cubillos, Obispo de Zipaquirá quien este año celebra sus bodas de oro sacerdotales y veinte años de servicio en su Diócesis.
Para el Vicario regional del Opus Dei para Colombia y Ecuador, el presbítero Jorge Mario Jaramillo, que acompañó al Obispo en la consagración del Oratorio, se trató de un momento de gran importancia, ya que marca el inicio de una nueva etapa en la vida espiritual y académica para la institución. “El Oratorio es un motor espiritual para la Universidad” sostuvo el padre Jaramillo.
Durante la homilía del señor Obispo destacó que la bendición del Oratorio significa poner siempre a Cristo en el centro de todo lo que hacemos y, en este caso, ponerlo en el centro de la formación académica y personalizada, a la que propende la Universidad de La Sabana.
El evento se dio, apenas después de dos meses de haber recibido la visita de Monseñor Fernando Ocáriz a Colombia, quien bendijo el retablo de Santa María de los Ángeles, en medio de la alegría de los miembros de la comunidad académica, quienes con esmero y cuidado pusieron un tono cálido para recibir al gran canciller de la Universidad.
El retablo del Oratorio fue diseñado en Colombia con el apoyo de los arquitectos Alberto José Estrada y Felipe Uribe de Bedout; estuvo en manos de Talleres de Arte Granda -estudio artístico y litúrgico de tradición centenaria ubicado en Madrid, España-, quienes elaboraron tanto el paño de pared como la imagen de la Virgen, el sagrario y los elementos litúrgicos de candeleros, vasos sagrados, viacrucis y el relieve de San Josemaría. Está realizado en altorrelieve e integra lo trascendente y lo terreno: el ámbito del cielo y la tierra. Además, está localizado y enraizado en la sabana de Bogotá, de manera que en la parte inferior se distinguen los cerros orientales, entre los que sobresale la Universidad con el edificio Ad Portas.
La imagen de Santa María de los Ángeles fue diseñada por don Félix Granda, fundador de los Talleres de Arte Granda, y fue elaborada en tamaño natural allí mismo. El conjunto en madera representa a la Virgen Inmaculada, en la visión del Apocalipsis, como esa mujer vestida de sol, con la luna a sus pies y coronada de doce estrellas, mientras pisa la cabeza del dragón infernal y dos ángeles la acompañan. El conjunto fue elaborado por un grupo de artistas y artesanos: talladores, doradores, pintores y orfebres, quienes dedicaron mil quinientas horas de trabajo, durante cuatro meses.