Todos los martes nos damos cita para sumergirnos en el arte que nos transporta a la Biblia

Las nuevas circunstancias no han frenado nuestro estudio; de hecho, ¡lo ha enriquecido con nuevas alumnas! Promocionamos nuevamente el curso por la cuarentena, retomando las clases del inicio.

Por Catherine Wahanik

Desde hace tiempo cada vez que curioseaba la Biblioteca de Entremares, centro cultural femenino en Cartagena de Indias, veía un libro que me llamaba la atención: “Comprender las Escrituras - Curso completo para el estudio de la Biblia” de Scott Hahn. Lo miraba, lo abría, me fascinaban sus mapas, imágenes, cuadros sinópticos, pero lo cerraba pensando “algún día lo leeré, cuando tenga más tiempo”.

El año pasado una amiga me dijo: “Tengo muchas dudas de los personajes del Antiguo Testamento, ¿me podrías explicar quién es Jonás, Isaías, Tobías? Sé que en cada uno podemos aprender alguna virtud. Se oye decir: Tiene la paciencia del santo Job ¿Ese dicho tiene algo de cierto?”. Así surgieron las clases que denominamos la Biblia desde los ojos de los artistas.

Empezó la búsqueda de respuestas en el Antiguo Testamento, textos de teología sobre las Escrituras, y.… le llegó el turno al anhelado libro. Empezamos las clases con el pasaje del Hijo pródigo partiendo del análisis del cuadro de Rembrandt que representa esta parábola. Las alumnas conectaron mucho porque veían en la obra de arte las actitudes que queríamos resaltar de la explicación bíblica.

Desde entonces, seguimos con una serie de clases partiendo del Génesis 1: lectura del texto, explicación, mapas, vestigios arqueológicos y un cuadro famoso que condense ese pasaje. Recorriendo todo el Antiguo Testamento y cada uno de sus personajes. A todas nos ha ayudado mucho esta metodología de aprendizaje. La belleza del arte, la profundidad de los gestos y las emociones que transmiten los personajes, lo bien plasmadas que están las escenas, ha sido un recurso sin igual para comprender un poco más la Escritura.

Les expliqué que esta parte de la teología de Sagradas Escrituras la estudian los sacerdotes y surgió la idea de hacer un “estudio solidario”. Se entusiasmaron con traducir su apoyo en ofrecer a Dios las horas de estudio como oración; y en hacer un aporte económico para la formación de sacerdotes que van distintas diócesis del mundo estudiar en Roma. Desde ese día, así lo hemos hecho.

Astrid, antigua dueña de una galería de arte, al pasar del Antiguo al Nuevo Testamento nos dijo: “lo que hemos recorrido hasta ahora ha sido muy interesante pero remoto, en cambio lo que ahora vamos a estudiar sí me hace emocionar, porque el Evangelio es la razón de nuestra vida, y lo siento muy cercano a nuestro hoy”.

Las nuevas circunstancias no han frenado nuestro estudio; de hecho, ¡lo ha enriquecido con nuevas alumnas! Promocionamos nuevamente el curso por la cuarentena, retomando las clases del inicio. La motivación ha sido tanto conocer más de la Biblia como de arte. La respuesta ha sido muy positiva, así que todos los martes nos damos cita para sumergirnos en el arte que nos transporta a la Biblia.

Catherine Wahanik