"Todas las tareas son grandes"

Testimonio de la Srta. Yudy Duque Hurtado, empleada del hogar. Ex alumna de ICSEF.

El Opus Dei me ha cambiado, porque le ha dado una dimensión sobrenatural a mi visión plana de la vida. Me maravilló descubrir que para ser una ciudadana y una católica ejemplar debía vivir mi vida cara a Dios y cara a los demás, buscando la santidad y acogiendo el encargo de Dios de santificar el mundo en las tareas cotidianas (trabajo, estudio, vida familiar, etc.), si las realizo con perfección y por amor, siendo lugar para ejercitar las virtudes.

A mí, el Opus Dei me abrió un panorama diferente de lo que yo consideraba una labor de servicio: aprendí que “no hay tareas grandes o pequeñas; todas son grandes, si se hacen por amor” (Conversaciones con San Josemaría, n. 109), y que incluso las labores manuales, que muchas personas miran con descrédito y que en general pasan ocultas y con poco reconocimiento humano, son el cimiento que sostiene el edificio de la sociedad. Porque quien limpia una oficina o prepara un alimento, mejora la sociedad y proporciona bienestar a sus miembros; pero quien limpia una oficina o prepara un alimento cara a Dios, se santifica, santifica su propio quehacer y mejora la sociedad santificando a sus miembros.

De manera que ya el trabajo no es para mí sólo un medio para alcanzar mis objetivos personales y humanos, es medio de santificación.