The Chosen y el redescubrimiento del Evangelio en Bucaramanga y Barrancabermeja

Esta iniciativa se enmarca en la labor apostólica del Opus Dei en la región, que comenzó en Bucaramanga el 19 de septiembre de 1981, con la llegada del catedrático David Mejía y el sacerdote Horario Téllez.

Todo comenzó como una simple reunión de amigos. Después de ver un episodio de la serie The Chosen (los elegidos), al padre Andrés Felipe le llovieron las preguntas: “¿Así era Jesús?”, “¿Dónde vivían los apóstoles?”, “¿Cómo era Jerusalén en los primeros años del cristianismo?”. Lo que parecía una noche de cine entre conocidos se transformó en algo mucho más profundo: el inicio de una serie de conversatorios donde la Biblia, la vida de Jesús y el corazón humano se encontraron.

Desde entonces, durante los años 2023, 2024 y 2025, el Centro Cultural Las Palmas, en Bucaramanga, ha acogido estos encuentros con creciente entusiasmo. Amigos, familias y cooperadores se han reunido para ver los episodios y, guiados por el sacerdote, abrir las Escrituras y dialogar sobre el mensaje cristiano, con mirada crítica, alma abierta y muchas ganas de aprender.

En 2025, la chispa encendida en Bucaramanga llegó también a Barrancabermeja, ciudad cálida en todos los sentidos. Allí, en medio del calor característico del Magdalena Medio, nuevas tertulias comenzaron a multiplicarse. El interés era el mismo: conocer mejor a Jesús, entender los Evangelios y vivir con mayor hondura la fe cristiana.

La dinámica es sencilla pero profunda: se proyecta un episodio, y mientras avanza la trama, surgen preguntas, se aclaran dudas, se comparten reflexiones. Al final, cada reunión desemboca en un diálogo sincero: “¿Qué mensaje nos dejó hoy este capítulo?”. Los asistentes comentan, analizan y, sobre todo, se enriquecen mutuamente.

Los temas no dejan indiferente a nadie: la elección de los apóstoles, la conversión de María Magdalena, los milagros, la purificación del templo, los diálogos con los fariseos, el miedo de sus familiares, las miradas de Jesús. Cada escena despierta emociones distintas. “A unos les golpean las palabras, a otros las imágenes, otros se conmueven con las miradas o los gestos… pero todos coinciden en lo mismo: vale la pena meterse en la vida de Jesús”, comenta el P. Andrés Felipe.

Y no se trata solo de ver la serie. “Los asistentes se sienten parte de la historia. Hablan con naturalidad de su vida, de sus luchas, de su oración. Descubren cómo la serie puede ser una puerta para conocer mejor a Cristo, para orar y también para mejorar sus relaciones familiares y su trato con los demás”, añade.

Los episodios se repiten si es necesario. Se detienen en escenas clave. Se cruzan las imágenes con los textos bíblicos. Y así, paso a paso, muchos van aprendiendo a hacer oración, a hablar con Dios desde el corazón, con las palabras y los gestos que la serie les ha ayudado a imaginar.

“Al principio pensé que sería un entusiasmo pasajero”, confiesa el padre, “pero el interés sigue creciendo. Los asistentes invitan a más amigos, leen más la Biblia, se interesan por el contexto histórico del Evangelio y quieren conocer a fondo el mensaje de Cristo”.

A medida que las sesiones avanzan, algo se transforma en el ambiente. Lo que comienza como una reunión casual se convierte en un espacio de formación espiritual, de acompañamiento mutuo, de búsqueda sincera. Y esa transformación tiene su raíz en una experiencia comunitaria donde la Palabra se escucha, se comparte y se hace vida.

Esta iniciativa se enmarca en la labor apostólica del Opus Dei en la región, que comenzó en Bucaramanga el 19 de septiembre de 1981, con la llegada del catedrático David Mejía y el sacerdote Horario Téllez. Con los años, otros sacerdotes como Javier Abad, Iván Palacio e Ignacio Gómez continuaron con este trabajo, que ha llegado también a municipios como Floridablanca, Girón y, más recientemente, a Barrancabermeja.

The Chosen: Una serie, muchas almas tocadas

The ChosenLos Elegidos, en español– ha sido una revolución audiovisual en el ámbito cristiano. Ideada por Dallas Jenkins, director y guionista evangelista, la serie nació del deseo de mostrar a Jesús desde una mirada cercana, humana y profundamente espiritual. Desde su primer episodio en 2017, ha tocado millones de corazones en todo el mundo.

Jenkins comenzó en 2012 a trabajar en proyectos cristianos para medios de comunicación, y poco a poco fue madurando la idea de una serie que mostrara la vida pública de Jesús desde la perspectiva de quienes lo conocieron: sus discípulos, su madre, sus amigos, sus enemigos. En 2021, un episodio navideño de The Chosen fue proyectado en más de 1.700 salas de cine en Estados Unidos, una señal clara del impacto que la serie estaba teniendo.

Esta producción seguirá la vida de los discípulos. Imagen: «The Chosen»

El actor Jonathan Roumie, que encarna a Jesús, tiene su propia historia de fe. Neoyorquino, hijo de padre egipcio y madre irlandesa, fue bautizado en la Iglesia Ortodoxa, pero luego se convirtió al catolicismo. Comenzó su carrera en la industria del entretenimiento como buscador de locaciones para películas como El Hombre Araña, y trabajó como actor de voz en videojuegos. Pero su vida espiritual dio un giro inesperado en 2014, cuando conoció a Dallas Jenkins y comenzó a colaborar en un proyecto sobre santa Faustina Kowalska.

Poco después, atravesó una crisis personal profunda. “Sólo tenía comida para un día”, comentó en una entrevista. En ese momento, en oración, le dijo a Dios: “Sácame de esto”. Luego salió a la calle más tranquilo, pensando: “Ya dejé todo en manos de Él. El problema ya no es mío”. Tres meses después, recibió la llamada para interpretar a Jesús en The Chosen.

Dallas Jenkins reveló una serie animada titulada “The Chosen Adventures”. Imagen: Angel Studio

Desde entonces, Roumie ha asumido su papel como una misión evangelizadora. En 2024, la Universidad Católica de América le otorgó un doctorado Honoris Causa en Bellas Artes, en reconocimiento a su trabajo espiritual a través del arte.

Como dato curioso, Roumie nació el 1 de julio de 1974. Ese mismo día, a 8.250 kilómetros de distancia, en Santiago de Chile, san Josemaría Escrivá alentaba a un grupo de personas a luchar por Jesucristo y llevar muchas almas a Dios. Con convicción y ternura, decía: “A mí, Jesucristo no me pidió permiso para meterse en mi vida… Y aquí estoy”.

Esa misma convicción es la que hoy inspira a quienes se reúnen en Bucaramanga y Barrancabermeja para ver The Chosen, compartir la Palabra y redescubrir que, también ellos, han sido elegidos.