«Tener un amigo santo es un incordio»

El sacerdote e historiador José Carlos Martín de la Hoz dirige la Oficina de las Causas de los Santos de la Prelatura del Opus Dei. En una reciente entrevista en el diario Luso-Galaico ha relatado la situación de los diversos procesos y ha explicado el interés del Papa Francisco por mostrar ejemplos cercanos.

José Carlos Martín de la Hoz

El sacerdote e historiador José Carlos Martín de la Hoz dirige la Oficina de las Causas de los Santos de la Prelatura del Opus Dei, y “vive rodeado de buenos ejemplos”, de “inconformistas”, de “incordios” que quieren que seas feliz. Lo cuenta en esta entrevista en el diario Luso-Galaico, en la que destaca cómo el papa “Francisco tiene prisa de que haya santos. Tiene urgencia por que el pueblo cristiano salga a la calle, se dinamice el amor de Dios, el amor a los demás, que estemos siempre en salida”.

D. José Carlos trabaja a fondo en las causas de varios fieles de la Prelatura, y a la vez muestra la gran devoción a san Pio de Pietrelcina y al joven beato italiano Carlo Acutis, un ‘santo-influencer’, un chico italiano de 14 años muy dinámico. La publicación de su biografía está plagada de fotografías de todos los momentos de su vida. “La santidad en fotos”, afirma Martín de la Hoz.

El último trabajo que ha impulsado es un libro escrito por Enrique Muñiz sobre Isidoro Zorzano, ingeniero argentino que fue uno de los primeros fieles del Opus Dei y cuyos restos reposan en la parroquia de San Alberto Magno, en Madrid.

Cuenta que “los santos siempre son inconformistas. Quieren amar más a Dios, más a los demás. Siempre quieren que las cosas mejoren. Tener un amigo santo es un incordio. No te deja vivir tranquilo. Siempre quiere que seas más feliz; que hagas las cosas mejor. Pero, al final, compensa tener santos a nuestro alrededor que no nos permitan amodorrarnos”.

Con su dilatada experiencia, cuenta que las causas son procesos largos que la Iglesia lleva a cabo con enorme rigor. Y destaca “el trabajo -siempre lleno de perfección, meticuloso, con primor, de mucho amor a Dios y a la Iglesia- con el que la Santa Sede cuida las Causas. Cada santo es estudiado, muy observado, muy meditado, y el Espíritu Santo va haciendo que el fruto de ese trabajo vaya saliendo”.

Señala también que “los santos están para ayudarnos, echarnos una mano..., son amigos de Dios y de los hombres”, y piensa que “somos poco pedigüeños con los santos”. Ante este riesgo, anima a pedir favores y a hacerlo con más fe, a tratarlos como “el santo de la puerta de al lado”, como dice el Papa.

    Diario Luso-Galaico