La Fiesta del Corpus Christi en el Gimnasio Iragua y en el Gimnasio de los Cerros: Cuando al amor se unen las flores, los coros, los altares y las preguntas

En la fiesta del Corpus Christi, meditamos juntos la profundidad del amor del Señor, que le ha llevado a quedarse oculto bajo las especies sacramentales, y parece como si oyésemos físicamente aquellas enseñanzas suyas a la muchedumbre.

Las Damas De Honor del Corpus Christi en el Gimnasio Iragua

El día de la Fiesta del Corpus Christi en el Gimnasio Iragua comenzó muy temprano. Una familia regaló todos los pétalos de flores posibles y las alumnas, con esmero y dedicación comenzaron a organizar sus tapetes, muy pendientes de que nadie fuera a pisarlos antes de la procesión.

Las niñas de primera comunión encabezan la procesión.

Unas más ensayaron los cánticos con sus mejores voces.

“Si yo fuera un elefante, te alabaría con mi trompa elegante 

si yo fuera un canguro, te alabaría saltando, te aseguro 

por eso gracias Señor por hacerme a mi semejante a ti

por darme un corazón una sonrisa por darme a Jesús y darme a María.”


Durante semanas las mamás del colegio se encargaron de todos los preparativos y de conseguir lo necesario sin dejar nada a la improvisación para hacer posible esta Fiesta Eucarística.

Los arreglos florales con las intenciones de este año

El programa comenzó muy temprano y en menos de tres horas quedaron hechos los caminos y se alistaron tres altares: uno dedicado a las mamás, que ellas mismas decoraron con lienzos, velas y flores; otro en el domo del prescolar, instalado delante de una imagen de la Niña María, donde las más pequeñas esperaron a Jesús. El tercer altar se ubicó en el patio central donde se congregaron todas las demás alumnas, con sus mamás y el personal de servicios generales, el administrativo y el docente. Desde allí el capellán Padre Santiago Villa impartió la Bendición solemne.

Trabajo en equipo para poner todo a punto

Las niñas que hicieron su Primera Comunión el pasado 13 de mayo, vestidas nuevamente con el traje que usaron para esa ocasión, fueron las encargadas de regar los caminos con pétalos de flores por donde el sacerdote llevaría al Santísimo Sacramento en procesión y entonar algunas canciones. Fue muy conmovedor cómo protegían el camino con su actitud de piedad y de silencio; ambas cosas hicieron que nadie pisara ni invadiera el espacio decorado solo para Jesús Sacramentado.

Este año, las estudiantes del grado Once fueron las Damas de Honor que custodiaron al Santísimo durante toda la procesión. Unas sostenían el palio, otras llevaban los mantos, una más el incensario, y todas lo acompañaban con sus oraciones.

El Padre Santiago Villa, luego de la bendición con el Santísimo en el altar del patio central, leyó las peticiones que se habían preparado para esta ocasión: por las familias de Aspaen, la paz de Colombia, los enfermos y por la piedad de las alumnas.

El Padre Santiago llevando el Santisimo en procesión.

Además de la devoción y la solemnidad con que se realizó la Fiesta, notamos la inmensa alegría con que participaron todos. Fueron momentos para darle realce a las familias, pedir por la Iglesia y por la salud del Papa Francisco”, comentó el capellán.

“Bueno, Jesús está aquí, ¿y el Espíritu Santo?” Las preguntas de Samuel en la Fiesta del Corpus Christi en el Gimnasio de Los Cerros (Bogotá)

Para Samuel, alumno de transición del Gimnasio de Los Cerros, la Fiesta del Corpus Christi fue la ocasión precisa para resolver muchas de sus múltiples preguntas.

El sábado 3 de junio, muy temprano llegó al Gimnasio de los Cerros en compañía de sus padres, vio a sus compañeros de transición, pero asombrado observó detalladamente el movimiento inusual por salones, pasillos, escaleras y por supuesto en el Oratorio.

Cajas, flores, bolsas de aserrín de varios colores, el palio y umbelas, incensarios y porta velas iban y venían, mientras Samuel miraba con asombro el escenario de un magno evento: La Fiesta del Corpus Christi.

No lo pensó dos veces y en su encuentro con Jose María le soltó la primera pregunta: “¿Qué es todo esto?”

--Mira, la Solemnidad del Corpus Christi es una celebración que tenemos los católicos desde el año 1.208.

--¿Y dónde está Jesús?

--Ahora, en la procesión, se llevará en una custodia la Sagrada Hostia donde está el Cuerpo de Jesús.

--¿Y para qué las flores, luego no son para la Virgen?

--Sí señor, pero ella nos está mirando desde aquel retablo y consiente que hoy sirvan para acompañar la procesión.

--¿Y dónde está el Espíritu Santo?

--Él nos acompaña en todo momento. Está en todos los lugares y nos da la fuerza necesaria para vivir con alegría esta Fiesta.

Un grupo de estudiantes acompañó al celebrante, Padre Luis Miguel Bravo, Capellán del Gimnasio de Los Cerros y el Padre Santiago Villa, Capellán del Gimnasio Iragua.

Los tres altares representan la Santísima Trinidad –Padre, Hijo y Espíritu Santo y también la Trinidad de la tierra, Jesús, la Virgen y San José.

Desde febrero los padres de familia preparar esta solemnidad y entre las familias se reparten las labores: pétalos de flores, aserrín, pintura, piezas del tapete, coros, en fin todo para que esa celebración sea un gran gesto de alabanza a Cristo Sacramentado.

Aún recuerdan que en la fiesta del 2022 cayó un aguacero inolvidable, pero justo al momento de iniciar la procesión el cielo se despejó y pudieron hacer la procesión; en esta oportunidad, en cambio, durante todo el día el cielo estuvo azul sin ninguna nube.

Aunque no fueron despejadas todas las inquietudes de Samuel, porque dejó otras para el 2024, esta Fiesta sirvió para que los estudiantes, los padres de familia, los profesores, los funcionarios y amigos como los muchachos del Centro Cultural Monteverde, invitados a la procesión y a ayudar en la preparación, se sumaran a la oración y pidieran también por el país, la iglesia y muy especialmente por las intenciones del Papa.

San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei e inspirador del Gimnasio de Los Cerros y del Gimnasio Iragua, pronunció el 28 de mayo de 1964 la homilía titulada “En la Fiesta del Corpus Christi”, en la cual habló sobre la importancia de la solemnidad para los cristianos.

“Me gustaría que, al considerar todo eso, tomáramos conciencia de nuestra misión de cristianos, volviéramos los ojos hacia la Sagrada Eucaristía, hacia Jesús que, presente entre nosotros, nos ha constituido como miembros suyos: vos estis corpus Christi et membra de membro, vosotros sois el cuerpo de Cristo y miembros unidos a otros miembros. Nuestro Dios ha decidido permanecer en el Sagrario para alimentarnos, para fortalecernos, para divinizarnos, para dar eficacia a nuestra tarea y a nuestro esfuerzo. Jesús es simultáneamente el sembrador, la semilla y el fruto de la siembra: el Pan de vida eterna”, dijo San Josemaría.

Agregó más adelante: “Jesús, en la Eucaristía, es prenda segura de su presencia en nuestras almas; de su poder, que sostiene el mundo; de sus promesas de salvación, que ayudarán a que la familia humana, cuando llegue el fin de los tiempos, habite perpetuamente en la casa del Cielo, en torno a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo: Trinidad Beatísima, Dios Único. Es toda nuestra fe la que se pone en acto cuando creemos en Jesús, en su presencia real bajo los accidentes del pan y del vino”.