En Bucaramanga desde el Centro Cultural Narval y el Colegio femenino Cantillana, una de las labores sociales que se realiza es la catequesis para niños que van a recibir la primera Comunión y la Confirmación. En esta cuarentena, esa tarea estuvo en riesgo de terminar. Pero las ganas de las catequistas y la buena disposición de los niños y sus papás le dieron una nueva ruta a esa labor.
Todo empezó por un comentario en el chat de catequesis: “Cómo podrán imaginar, no tendremos catequesis por un buen tiempo, pensemos qué podemos hacer desde nuestras casas”. Salieron varias ideas y la primera que concretamos, fue vernos los sábados a las 10:00 a.m. como si fuéramos al barrio Cristal Bajo (donde hacemos la catequesis). Así lo hemos hecho durante varias semanas, recibiendo formación y ¡es muy chévere!. Nos reímos, aprendemos de distintas maneras y, lo mejor, es que cada día conocemos más a Dios; aunque es diferente, no es a lo que estamos acostumbradas, esto nos ha traído enseñanzas, experiencias y aún más aprendizaje.
La segunda idea era: ¿Cómo darles clase a los niños? Viven en un barrio donde la señal de internet no es buena y no tienen recursos para tener un PC en su casa; después de pensarlo, decidimos continuar esta labor, creando grupos de WhatsApp con los números de los papás de nuestros catequizados y enviando por este medio guías, actividades y videos sobre los temas de catequesis. No todos los papás responden; pero quienes lo hacen, nos muestran los resultados por medio de fotos. Es muy lindo ver cómo se toman el trabajo en serio y logran entender los temas y contenidos. Cada día es una oportunidad diferente y nos hace pensar: ¿qué más podemos hacer para que aprendan? Por eso, empezamos a enviarles un video donde nosotras les explicamos la guía, para estar más cerca de ellos.
Desde el inicio de la cuarentena, nos preocupó la situación económica de las familias, porque la mayoría no tienen un empleo formal, trabajan para conseguir el sustento diario. Nos hemos unido a las que llevan el club de niñas en el barrio, una labor que empezó este año, liderada por Pauli y unas amigas. Diseñamos una imagen para mover en redes sociales, buscando recursos para poder ayudar a nuestros niños y sus familias, hemos buscado donaciones por medio de familiares, amigos con la intención de enviarles un mercado que con amor y esfuerzo hemos conseguido.
La idea es que ellos se sientan ¡apoyados siempre!, tanto en las buenas como en las malas. A la fecha logramos recoger para dos entregas. Procuramos ayudar a las familias en que los niños hacen las tareas de catequesis y no repetir, es decir, cada semana se beneficia una familia diferente.
