Jóvenes que quieren marcar una diferencia (Cartagena, Colombia)

El Centro Cultural Baluarte en Bocagrande concentra a un grupo de adolescentes y jóvenes profesionales con deseos de mejorar el mundo. Aplican un principio sencillo: santificar la realidad cotidiana, viviendo coherentemente con la fe.

Á́lvaro Cifuentes explica a Luis y a Daniel el papel de un superhéroe en la sociedad.

Cuando se habla de santificar nuestras vidas a mucha gente le puede parecer inalcanzable, una misión exclusiva de religiosos.

Un grupo de jóvenes profesionales en Bocagrande (Cartagena, Colombia) trabaja para invalidar ese estigma aplicando un principio sencillo: se puede alcanzar la santidad viviendo coherentemente con la fe.

Convencidos que se puede imitar a Cristo viviendo las virtudes en las realidades cotidianas crearon, en 1993, el Centro Cultural Baluarte, un lugar de encuentro para los muchachos del barrio, en el que se les ofrece herramientas que promueven la excelencia personal.

Daniel Salas y el Padre Ignacio Gómez.

La esencia de este sitio está apoyada por el Opus Dei (en español, Obra de Dios), una Prelatura (institución jerárquica) de la Iglesia Católica soportada en la doctrina de San Josemaría Escrivá que acoge la certeza de que cualquier trabajo digno y noble puede convertirse en un quehacer divino, para dar la Gloria a Dios, a través del servicio a los demás.

La casa situada en la carrera cuarta con calle siete sirve como sitio de reunión para que los jóvenes estudien, vean películas, charlen con sus amigos, planeen actividades deportivas y formativas en general.

Además ofrece un servicio de asesoría personalizada, muy valorado por los jóvenes, con el capellán Ignacio Gómez Lecompte, popular en el barrio por sus acertados consejos.

Todo es gratuito.

“No se puede cobrar por llevar las almas al cielo”, dice, entre risas, Álvaro José Cifuentes, director de las actividades juveniles; y agrega: “Es una misión para que los muchachos aprovechen al máximo, y de la mejor forma, el tiempo libre”. En la casa son atendidos, también, jóvenes de otros barrios de la ciudad que han encontrado allí un lugar para diversificar su visión de vida.

Los jóvenes van a otros barrios a ayudar a los niños con sus tareas escolares.

“Constantemente se están organizando charlas con profesionales exitosos de diferentes áreas para que les transmitan a los muchachos sus historias de progreso y les sugieran pautas para trazarse objetivos y alcanzarlos. Se les dictan seminarios de excelencia en el estudio y entre ellos mismos se sirven de tutores en algunas materias. También se organizan obras sociales para ayudar al bienestar de los habitantes en otros barrios" explica Álvaro José.

Daniel Salas pintando la parroquia del barrio Policarpa.

“El mayor potencial de los jóvenes es que ellos pueden alcanzar lo que deseen, tienen todo en sus manos para hacer lo que quieran; el pero está en que son flojos porque viven en un mundo que se ha hecho muy facilista. Es ahí donde los mayores tenemos bastante que hacer para formar el carácter de estos muchachos y transformar positivamente sus pensamientos”, afirma el sacerdote, Ignacio Gómez.

Una particularidad del centro es que es sólo para varones y es afianzada en una metodología de educación diferenciada que se aplica en el fundamento que el hombre y la mujer tienen ritmos de aprendizaje diferentes y gustos distintos.

HABLAN LOS JÓVENES

Bernardo Raad. Estudiante de Ingeniería Industrial.

Asisto al Centro hace 6 años. Lo que me mantiene cercano es la formación en valores que recibimos aquí, asesoría personalizada y el trabajo en equipo.

Andrés Álvares, estudiante del Gimnasio Cartagena

Me gusta mucho porque tiene salas de estudio. aquí me reúno con mis amigos a hacer tareas.

Daniel Salas, estudiante de séptimo.

He aprendido el significado del respeto, nos enseñan como hacerse camino para llegar al cielo y disfruto de las actividades extracurriculares.

Andrés Echevarría, estudiante de derecho.

Llegué hace dos años gracias a un curso de oratoria. hallé un grupo de amigos nuevos y personas dedicadas a mostrarnos un contexto de la ciudad diferente al que conocía.

Luis Fernando Salas, estudiante del gimnasio Cartagena.

Nos enseñan como dirigirnos en la vida, cómo ser una persona humana y espiritual.

Luis Bello, estudiante del colegio Británico.

Había escuchado del grupo porque mi hermano venía, pero mi relación con el Centro comenzó con una conferencia que dio el padre nacho sobre los valores.

Publicado en el Periódico "Gente Bahía" de Cartagena (Colombia). Edición 49 de 2012. Escrito por Erica Otero, Editora General.