En Ibagué: Un retiro y un “enojo familiar”

El grupo de asistentes crece cada mes y ni siquiera la pandemia fue un obstáculo para tener reuniones, retiros y demás medios de formación.

Ibaguereños al finalizar un curso de retiro en Torreblanca

--Hoy nuestra charla, dijo el padre Francisco, versará sobre “Los enojos familiares”.

--Vaya tema, respondió uno de los asistentes.

El padre comentó que la ira, desde luego, es uno de los pecados capitales y una de las realidades del ánimo de las personas. Contó varias anécdotas sobre el tema de la ira, como aquella ocurrida en una familia numerosa en el momento habitual del comedor y al final de una jornada laboral, la madre se dirige a uno de los hijos más pequeños y junto al papá de toda la prole, diciéndole: “¡te vimos hablar con la boca llena, 20 veces! No lo puedo creer”, en tono fuerte. El niño impávido le preguntó “¿contaste las veces que lo hice?

Imposición de escapularios de la Virgen del Carmen

El padre Paco recordó entonces el punto de Camino en el cual San Josemaría planteó el tema diciendo: “Eso mismo que has dicho dilo en otro tono, sin ira, y ganará fuerza tu raciocinio, y, sobre todo, no ofenderás a Dios”.

Consejos y más consejos, maneras de apaciguar esos momentos de intenso dolor que surgen, en la mayoría de las veces, por pequeños detalles, por incomodidad, por falta de atención o por premura ante las tareas cotidianas.

San Josemaría enseñó muchas veces sobre el tema y en otro punto de su libro Camino también lo puntualizó: No reprendas cuando sientes la indignación por la falta cometida. -Espera al día siguiente, o más tiempo aún. -Y después, tranquilo y purificada la intención, no dejes de reprender. -Vas a conseguir más con una palabra afectuosa que con tres horas de pelea. -Modera tu genio.

Una charla del retiro, aún con algunas restricciones de distancia y mascarilla

La charla forma parte del retiro mensual que tienen las personas que acuden regularmente a recibir formación espiritual en las actividades del Opus Dei en Ibagué, dentro de su labor apostólica.

El retiro, como se llama una de las actividades, contiene una meditación sobre el Evangelio del día, un rato examen, una lectura espiritual, la celebración de la Santa Misa o, en otras oportunidades, la bendición solemne con el Santísimo.

En Ibagué, en un salón de la parroquia María Reina del Vergel, llegan comerciantes, estudiantes, abogados, músicos, administradores, periodistas, vendedores, en fin, todo tipo de personas que buscan solamente crecer y fortalecer su fe.

Charla para matrimonios en la Parroquia El Vergel Ibagué

En esta oportunidad de agosto hubo otro ingrediente: una tertulia con Benjamín Anzola, quien dedicó sus comentarios sobre lo que es el Opus Dei. Preguntas iban y venían sobre quién fue San Josemaría Escrivá de Balaguer, qué se necesita para llegar a la santidad, es posible que una persona casada logre la santidad, cómo santificar el trabajo, cómo es un ofrecimiento de obras, cuánto tiempo lleva la Obra en Colombia.

Los asistentes querían aprender en ese rato todo lo posible sobre la historia de la Obra, de San Josemaría y cómo contribuir más para desarrollar esta labor en Ibagué.

Trabajo en grupos en un encuentro familiar

Uno de los puntos que más llamaron la atención fue cuando el Padre Paco explicó que el Opus De es una familia en la Iglesia de Cristo. “Desde su fundación –el 2 de octubre de 1928—se estableció una relación de paternidad –que vivieron tanto San Josemaría como sus sucesores—y una relación de filiación y de fraternidad entre todos los miembros de la Obra"

En muchas oportunidades, en sus homilías, charlas y diálogos, San Josemaría explicó que el modelo de vida en familia del Opus Dei debe buscarse en la Sagrada Familia de Nazaret. Tanto le gustaba imaginar la relación personal y estrecha que tuvieron Jesús, María y José, que decía a sus hijas e hijos espirituales: “a esa Familia pertenecemos”.

Invitación a una actividad formativa de familias

Benjamín entusiasmó a los asistentes que presentaran ideas que ayuden a preparar los cien años de existencia del Opus Dei. “Esta es una Obra de Dios y ya casi llegamos al centenario, pero debemos, al menos imaginar, cómo será dentro de 200, 300 o 400 años. Hasta ahora estamos empezando y en un futuro, quienes lleguen a recibir formación, mantendrán la unión y encontrarán algunas notas sobre lo que tantas personas han hecho en este centenar de años”, dijo.

El grupo de asistentes crece cada mes y ni siquiera la pandemia fue un obstáculo para tener reuniones, retiros y demás medios de formación.