El sábado en Barranquilla siempre tiene un aire particular. El sol despierta temprano, la brisa del río apenas refresca y el calor invita a buscar un lugar donde compartir y aprender. En medio de ese ambiente se reúnen, sábado tras sábado, decenas de jóvenes universitarios en el Centro Cultural Universitario Astilleros. Allí, en ese espacio sencillo pero cargado de historia, dialogan con quienes han dejado huella en la vida social, empresarial y política del país.
Esta vez la invitada es una ex gobernadora del Atlántico. Llega dispuesta a hablar sobre el futuro y sobre los líderes que necesitarán guiar la ciudad, la región y el país en los próximos años. La conversación fluye con naturalidad: ella cuenta su experiencia, sus retos y aprendizajes, mientras los jóvenes escuchan atentos, levantan la mano, preguntan y exponen sus inquietudes.

El encuentro de ese sábado es apenas uno de los muchos que se han vivido. Antes pasaron por allí reconocidos empresarios de la región líderes sociales, directores de ONG´s; pronto estará un directivo industrial, después un banquero y más adelante un catedrático de una universidad. Cada invitado aporta una mirada distinta y enriquece el diálogo con los estudiantes. Los temas no se quedan cortos: liderazgo de quinta generación, autoconciencia, toma de decisiones, pensamiento digital, inteligencia artificial e innovación, marketing digital, marca personal, administración del tiempo, trabajo en equipo y comunicación efectiva, entre muchos otros.

Cada semana, los sábados en la mañana, un grupo entusiasta de jóvenes de diferentes universidades y carreras se da cita en Astilleros. No solo escuchan, también analizan, discuten, proponen y, sobre todo, aprenden a mirar la realidad desde nuevas perspectivas. Todo esto sucede dentro del Programa Líderes Siglo XXI, que busca promover un liderazgo integral: personal y profesional. La idea es que cada estudiante identifique sus fortalezas, descubra sus áreas de mejora y, acompañado de tutores y conferencistas, trace un camino que lo prepare para servir mejor a la sociedad. El programa incluye ocho sesiones y dos visitas a empresas de la región, que completan la experiencia formativa.

Al verlos llegar, cargados de preguntas y con deseos de aportar soluciones, es fácil recordar las palabras de Jorge Yarce, filósofo, docente y cofundador del Instituto Latinoamericano de Liderazgo: “el liderazgo implica el desarrollo de un potencial presente en muchas personas para fortalecer conocimientos, habilidades y enriquecer actitudes y valores”. Eso es lo que ocurre en Astilleros: una chispa que despierta y se convierte en fuego.

Preguntas como ¿qué es un líder?, ¿cómo se forma?, ¿qué significa emprender?, ¿qué clase de líderes necesita el mundo? son el punto de partida de debates apasionantes. No se quedan en teorías abstractas; poco a poco, con ejemplos y reflexiones, van encontrando respuestas. Además, no están solos: estudiantes de Bogotá, Chía, Medellín, Manizales y Cartagena se conectan virtualmente y comparten sus propias experiencias, ampliando aún más la conversación.

Astilleros es más que un lugar de charlas. Desde 1978 funciona como un Centro Cultural que promueve el desarrollo espiritual, humano y profesional de jóvenes y adultos. Allí no solo se habla de liderazgo: también se organizan actividades de servicio, como visitas a enfermos o familias en situación de necesidad. Muchas de estas iniciativas están impulsadas por personas del Opus Dei, que junto a otros colaboradores, trabajan para sostener y hacer crecer el proyecto. Todo el apoyo logístico y financiero se canaliza a través de CORFOMENTO, una entidad sin ánimo de lucro que respalda la gestión de estas actividades.
El director del programa, Reynaldo Gómez, lo resume con claridad: “Líderes Siglo XXI busca promover el liderazgo personal y profesional mediante una reflexión seria sobre las fortalezas y oportunidades de mejora que cada estudiante identifica con la ayuda de conferencistas, moderadores y tutores”.
El proyecto crece con los años y se adapta a los nuevos tiempos. Con las posibilidades que brinda la tecnología, más jóvenes de diferentes ciudades participan gracias a la conexión en línea. La distancia deja de ser obstáculo para quienes tienen la inquietud de formarse como líderes.

Reynaldo también destaca que los temas trabajados se apoyan en investigaciones de entidades de referencia mundial en liderazgo, como Korn Ferry, Lee Hecht Harrison y McKinsey. Además, cada joven cuenta con un tutor personal, alguien que lo acompaña en su proceso, lo anima a resolver dudas y lo reta a mirar más lejos en su vida académica y profesional.

Las experiencias de quienes ya pasaron por el programa confirman su valor. Camilo Miranda, uno de los participantes, comenta que lo más enriquecedor ha sido descubrir que hay líderes que inspiran y que entienden su papel como un servicio a los demás. Esa mirada cambia la forma de entender el poder y la responsabilidad.

A todo esto se suma la formación espiritual que los jóvenes reciben en Astilleros. El acompañamiento del Opus Dei contribuye a que el desarrollo no sea solo intelectual o profesional, sino también humano y trascendente. Al final, un verdadero líder no se mide únicamente por sus logros, sino también por la generosidad con que vive su vida.

En una entrevista titulada “La Universidad al servicio de la sociedad actual”, san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, insistía en esta misma idea: “Es necesario que la Universidad forme a los estudiantes en una mentalidad de servicio: servicio a la sociedad, promoviendo el bien común con su trabajo profesional y con su actuación cívica. Los universitarios necesitan ser responsables, tener una sana inquietud por los problemas de los demás y un espíritu generoso que les lleve a enfrentarse con estos problemas, y a procurar encontrar la mejor solución. Dar al estudiante todo eso es tarea de la Universidad. (Conversaciones 72)”.

Al terminar la sesión, Camilo se queda conversando con algunos compañeros. Entre risas y expectativas pregunta:
- Ajá, ¿y para dentro de ocho días, a quién tendremos?
- Vendrá un gerente a hablarnos de nuevos negocios y perspectivas empresariales —responde uno de los organizadores.
Camilo sonríe y concluye:
—¡Esto sí es un verdadero astillero!

