En Adarve un rezo de novena de “traje”

Uno de los días de la Novena de Navidad, llegaron las familias de los participantes en las diversas actividades académicas, deportivas, culturales, sociales y espirituales que se desarrollan en Adarve.

En la novena con todas las familias

Fue martes. Y esa noche, uno de los días de la Novena de Navidad, llegaron las familias de los participantes en las diversas actividades académicas, deportivas, culturales, sociales y espirituales que se desarrollan en Adarve, uno de los centros del Opus Dei en Bogotá.

Fue una reunión de “traje”. Es decir, cada familia llegaba con algo. Así, cada grupo llegaba con su presente. Pronto la mesa dispuesta en el patio para tal fin se llenó de galletas, natillas –unas con salsa de mora y otras con arequipe--, buñuelos recién hechos en algunas de las casas y muchas, muchas sonrisas.

Rezando la novena en Adarve

Los hijos llegaban con sus bandejas repletas de viandas y las madres les daban señales para que no se fueran a tropezar o dejar caer alguna de esas delicias que disfrutarán luego, en medio de la tertulia, después del rezo de la novena.

Para algunas de las esposas y los hijos era la primera vez que acudían al centro y entonces los esposos aprovechan para explicar: “Aquí recibimos clase”, “Esta es la biblioteca”, “El salón de las tertulias” y nuestro centro de mayor recogimiento: “El oratorio”.

No podían faltar las fotos familiares junto al pesebre y el árbol de navidad

Fueron unos minutos para pensar en el Señor y buscar la unidad familiar, tal como lo indicó monseñor Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, su pasado mensaje: “En este tiempo que es tan propio para pensar la paz, para vivir la paz, para intentar transmitir la paz muy principalmente en el ambiente en que nos movemos, en las familias, en los trabajos, cada uno en su sitio... que seamos realmente personas de paz. Que es lo propio de los hijos de Dios, como dice esa bienaventuranza: “Bienaventurados los pacíficos -que son los que dan la paz-, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.

Luego de las presentaciones respectivas, de ver el pesebre –hecho con elementos reciclables--, el majestuoso árbol, vinieron los rezos de la novena, una vieja costumbre de Colombia, Ecuador y de los hogares de colombianos que viven en diferentes partes del mundo y reviven las oraciones atribuidas al fraile ecuatoriano Fernando de Jesús Larrea, quien vivió entre 1700 y 1733.

El pesebre gran protagonista

Luego la fundadora del colegio La Enseñanza, Clemencia de Jesús Caycedo, solicitó imprimir y difundir la novena que fue recibida con aprecio por millares de familias.

Esa noche en Adarve, las familias se turnaron para rezar cada una de las oraciones y a la hora del canto de los Gozos el volumen lírico fue apreciado en los alrededores. Emoción, cantos y recuerdos.

Manuel comentó que de esta manera se estaba “fomentando hacer del mundo y de la vida un hogar con Cristo”.

Frente al pesebre y al árbol de navidad

Las señoras tuvieron oportunidad para preguntar qué era un “círculo” y cómo se hacían los retiros espirituales. Los niños también se inquietaron por escuchar la historia del altar del oratorio, del retablo y hasta de la fecha de fundación del Opus Dei.

Todo en un ambiente familiar. San Josemaría, fundador del Opus Dei, inculcó los valores de la familia y sus prácticas de piedad, pocas, breves y habituales. “Se tratará de costumbres diversas, según los lugares; pero pienso que siempre se debe fomentar algún acto de piedad, que los miembros de la familia hagan juntos, de forma sencilla y natural, sin beaterías”, como contó en una entrevista titulada “La mujer en la vida del mundo y de la Iglesia”.

Desde ya, eso sí, quedaron comprometidos para las próximas novenas o para otras de las actividades que se desarrollan en el centro.