El padre Pedro Medina de Arteaga celebró su primera misa en su colegio

Decenas de recuerdos llegaron a la memoria de Pedro Medina de Arteaga este 13 de agosto cuando ofició la Santa Misa por primera vez en el Gimnasio de Los Cerros, donde estudió y encontró su vocación como numerario del Opus Dei.

El Padre Pedro concelebró con Mons. Hernán Salcedo, el padre Alberto Ospina exalumno del Gimnasio de Los Cerros y con el Padre Santiago Villa capellán del Gimnasio Iragua.

Muy despacio, el padre Pedro Medina de Arteaga contó una vez más los escalones que le llevaron al Oratorio donde también recibió la Confirmación, vio a lo lejos la cancha de fútbol donde pateó más de un balón, saludó a las señoras de servicios generales que le conocieron desde cuando subía a la carrera a sus salones, estrechó las manos de algunos de sus profesores y soltó sus tímidas carcajadas con sus condiscípulos que lo acompañaron este domingo bogotano.

Decenas de recuerdos llegaron a la memoria de Pedro Medina de Arteaga este 13 de agosto cuando ofició la Santa Misa por primera vez en el Gimnasio de Los Cerros, donde estudió y encontró su vocación como numerario del Opus Dei.

Padre Pedro Medina

La llamada de Dios puede revelarse también en sucesos aparentemente fortuitos, que remueven interiormente y dejan como un rastro de su paso. Al contemplar su propia vida, explicaba san Josemaría: «El Señor me fue preparando a pesar mío, con cosas aparentemente inocentes, de las que se valía para meter en mi alma esa inquietud divina. Por eso he entendido muy bien aquel amor tan humano y tan divino de Teresa del Niño Jesús, que se conmueve cuando por las páginas de un libro asoma una estampa con la mano herida del Redentor. También a mí me han sucedido cosas de este estilo, que me removieron».

La celebración de la Primera Misa en el Gimnasio de Los Cerros, tenía un detalle de cariño más: se cumplían los 35 años del matrimonio de sus padres, don Fernando y doña Julia Helena. Saludos, abrazos y aplausos por doquier. Al final de la ceremonia se llevó a cabo el tradicional “besamanos”, momento en el cual sus amigos, familiares y conocidos le pusieron sus labios en sus manos que de ahora en adelante bendecirán el pan y el vino y le dieron palabras de aliento y de felicitación.

Fernando y Julia Helena, padres del Padre Pedro

Monseñor Hernán Salcedo recordó en la homilía cómo había conocido a la familia del nuevo sacerdote, cómo le había visto crecer y cómo Dios iba trenzando la vida de las personas con amor profundo y los iba encauzando y cómo era importante sentirnos hijos de Dios y agradecer ese amor.

San Josemaría –dijo monseñor Salcedo--nos animó a considerar la filiación divina como un deseo ardiente y sincero, tierno y profundo a la vez de imitar a Jesucristo como hermanos suyos, hijos de Dios Padre, y de estar siempre en la presencia de Dios; filiación que lleva a vivir vida de fe en la Providencia, y que facilita la entrega serena y alegre a la divina Voluntad”.

María Victoria, hermana del Padre Pedro

Los sacerdotes Santiago Villa y Alberto Ospina acompañaron al padre Pedro en la celebración de una fiesta también para el Gimnasio de Los Cerros que a lo largo de sus 58 años de funcionamiento ha preparado a miles de jóvenes y este 13 de agosto tenía a uno de sus alumnos celebrando la Santa Misa.

El nuevo padre Pedro Medina de Arteaga estudió Medicina en la Universidad de La Sabana y la culminó en la Universidad del Valle. En Roma recibió el título de bachiller en Teología y en Pamplona, España, estudió la licenciatura y el Doctorado en Teología Moral.

A la izquierda, José María, hermano del Padre Pedro, durante el saludo a los asistentes al finalizar la celebración.

Al final de la Misa, el padre Pedro agradeció la presencia de los asistentes, felicitó de nuevo a sus padres, saludó a sus hermanos y manifestó su gratitud a Dios por este regalo divino del sacerdocio, a san Josemaría por sus enseñanzas, a monseñor Salcedo por indicarle su camino para recibir el sacramento del Orden.