La Patria, el periódico de la ciudad, ha reseñado en varias oportunidades las actividades que desarrolla el Gimnasio Horizontes –colegio promovido por algunos fieles de la Prelatura con muchas otras personas-; durante el pasado mes de agosto, en una de sus ediciones, dijo lo siguiente:

“JUVENTUD MANIZALEÑA es el Programa que adelanta el Gimnasio Horizontes en convenio con un grupo de empresas de la ciudad y que tiene como propósito ayudar a los escolares destacados de los colegios públicos a alcanzar sus sueños universitarios y su proyecto personal de vida a través de una preparación integral.

El Programa se inició con 23 estudiantes de ocho colegios. Los participantes asisten los sábados a su formación entre las 7:00 de la mañana y la 1:00 de la tarde (…) A ellos se les da la posibilidad de formarse como líderes para que logren acceder a la universidad. Durante cada jornada se hace un refuerzo en todas las asignaturas, mientras se trabaja también el desarrollo humano, afectivo y espiritual… ”

“La vida está llena de oportunidades, que tratamos de aprovechar y disfrutar. En estos momentos queremos agradecer a todo el equipo del PROGRAMA JUVENTUD MANIZALEÑA por permitirnos la compañía y guía de sus docentes, ya que por ellos hemos alcanzado las metas parciales propuestas…También seguiremos conociendo a nuestros compañeros mediante convivencias de aprendizaje”.

Estas fueron algunas de las palabras de Juan David en la entrega de diplomas al finalizar el primer período del PROGRAMA: abre un camino de esperanza a un grupo de jóvenes que provienen de sectores marginados y de bajos recursos. Todo comenzó en el primer semestre del 2004 cuando una de las empresas de construcción más importante de la ciudad deseaba patrocinar una labor social a través de su Fundación cuyos fondos están dedicados a este tipo de actividades. Un año después, y en vista del éxito de esta actividad, se amplió a otro grupo de empresas que respondieron muy positivamente y financiaron el 2º grupo con otros 24 estudiantes.

Actualmente el programa atiende 41 estudiantes en dos grupos cuyas actividades se desarrollan en las instalaciones del Gimnasio. Durante estos años de labores, infinidad de anécdotas inolvidables han acompañado las jornadas y encuentros:Orlando, Coordinador de este Programa, recuerda el impacto que le produjo la respuesta de uno de los del primer grupo a la salida de su convivencia inicial. No se había comido todo el almuerzo sino que había empacado parte para llevárselo:

- ¿Y porqué te llevas parte del almuerzo?

- Se lo llevo a mi mamá ya que seguramente hoy domingo ella no habrá almorzado.

La que cuenta Leonel, también es impactante; sucedió con otro alumno que miraba, como extasiado, el plato que tenía al frente; le preguntó:

- ¿Por qué no comes?

- Profe, nunca me imaginé tener al frente una comida así (hay que anotar que no se trababa de nada particular).

Al finalizar una de las convivencias y evaluarla uno de ellos comentaba:

- Me siento feliz de esta actividad en la que tuvimos ratos tan variados y deporte intenso con compañeros de otros colegios que apenas acabamos de conocernos.

Una experiencia que invita a tener presente las palabras de San Josemaría

“Hazlo todo con desinterés, por puro Amor, como si no hubiera ni premio ni castigo. Pero fomenta en tu corazón la gloriosa esperanza del cielo.”

La satisfacción de servicio se ve colmada en la sonrisa de jóvenes que desean ser escuchados. Cada uno de ellos tiene una historia por contar que con el paso del tiempo hace parte de nuestras vidas.

Resulta difícil creer lo que en ocasiones sale en sus charlas: saber por ejemplo que “el Chiqui” -como le dicen a uno de catorce años, de estatura corta donde su edad no guarda proporción con su talla debido a las secuelas de la desnutrición que sufrió en su niñez-, espera con ilusión terminar el Programa para reemplazar a su madre de un trabajo fatigoso y difícil: cuidar carros en el Estadio y de allí obtener el sustento de la familia.

En el mayor número de casos es la madre, cabeza de hogar, quien sostiene la obligación familiar. Aunque algunos muchachos trabajan para cubrir algunos gastos, la situación no es fácil porque estas mujeres se desempeñan como empleadas domésticas, lavan ropa y otros oficios varios.

Los sábados se organizan desayunos de trabajo con los padres de estos jóvenes. Todos se manifiestan profundamente agradecidos por lo que el Gimnasio Horizontes está haciendo con sus hijos. El factor común son los comentarios tan positivos y las anécdotas edificantes que cuentan de la forma como sus hijos están aprovechando la formación que reciben.

SEBASTIAN FELIPE quiso pasarnos por escrito su agradecimiento:

“Yo, como estudiante del PROGRAMA he notado que me ha servido para mejorar dos aspectos muy valiosos: el académico y el personal.

El académico: porque gracias a las materias orientadas cada sábado a cargo de los profesores, mi conocimiento ha mejorado notablemente, hasta el punto que en mi colegio lo notan mis compañeros de clase y los profesores, En el aspecto personal: tengo que decir que gracias a las convivencias en Cafetales he mejorado disciplinaria y espiritualmente gracias a las orientaciones de los profesores y del coordinador.

Gracias por esta oportunidad” Es necesario entonces seguir fomentando y proyectando a estos jóvenes que han encontrado en el PROGRAMA un camino seguro que les brinda una ilusión y una oportunidad para ser libres en una sociedad que generalmente los excluye por su condición, por sus dificultades y por la falta de opciones.