Dulces, sonrisas y muchas canciones en Cazucá - Soacha

Durante los últimos tres años, jóvenes de Monte Verde acuden regularmente al barrio el Progreso, del sector de Cazucá, en Soacha, llevando un mercado, ropa, juguetes o alguna solución para las muchas necesidades de algunos de sus habitantes.

Los voluntarios en Cazucá

Por Guillermo Romero

Desde muy temprano los niños y niñas del barrio El Progreso, del sector de Cazucá, en Soacha, esperaban a los jóvenes del Centro Cultural y Deportivo Monte Verde. Los vieron llegar por la polvorienta calle y a pesar del calor mañanero los saludaron con alegría.

Las familias esperan la llegada de los jóvenes del Centro Cultural y Deportivo Monte Verde

Sabían que ese sábado era de sanduches, dulces, refrescos, ropa para sus hermanos, y también para sus vecinos, pero, sobre todo, habría canciones, cantos, gritos y alegría.

--¿Hoy vamos a cantar?, preguntó el intrépido Juanito, hijo de Pancha, que tiene la capacidad de patear un balón, correr, estar acá y allá, pero, además, entonar canciones.

Hollman entona el villancico que más cantaron los chiquillos del barrio

Hollman sacó la guitarra y les dijo: “Bueno, hoy vamos con un villancico que todos ustedes conocen. “Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios Nacido” y, desde luego, un coro de chiquillos prosiguió: “Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver a Dios nacer”.

--Más fuerte, les dijo Hollman.

Y entonces el griterío se apoderó de la vecindad de esta localidad, que en medio de las dificultades de la vida, agradecen y se alegran con esta visita.

Durante los últimos tres años, jóvenes de Monte Verde acuden regularmente al barrio, llevando un mercado, ropa, juguetes o alguna solución para las muchas necesidades de algunos de sus habitantes. A esa labor se han sumado un grupo de Supernumerarios y Cooperadores del Opus Dei que han contribuido para que, al menos, unas 700 familias tengan materiales para el mejoramiento de sus viviendas. Se ha montado también un ropero con prendas usadas, además de varias jornadas con médicos, abogados e ingenieros que aconsejan y asesoran a las familias con sus diferentes consultas y dificultades.

Miembros de la Fundación Vida por Colombia apoyaron una de las actividades sociales recolectando ropa, víveres, medicamentos, buscando suplir en parte las carencias que presenta la comunidad.

En Monte Verde antes de salir a Cazucá

--Aquí todo sirve, dice Blanca --una de las mujeres que están prestas a contribuir con la logística en el barrio para llevar con efectividad cada una de las actividades—Son bien recibidas todas las ayudas. A veces las personas tienen 40 camisas, 30 pares de zapatos y otras cosas que nunca usan o porque les quedan pequeñas esperando adelgazar o porque ya no están de moda, pero en este barrio sirven para vestir, trabajar o hacer otras cosas.

Nos gusta que vengan los chicos de Monte Verde porque nos traen mucha alegría. Son personas que vienen sonrientes, nos divierten, nos sacan de nuestro día a día y nos dejan siempre muchos recuerdos, comenta Johana.

En Monte Verde antes de salir a Cazucá

El Centro Cultural y Deportivo Monte Verde es una corporación sin ánimo de lucro que tiene como objeto la formación integral de la juventud y, especialmente, busca servirle a la comunidad de escasos recursos. Espiritualmente es acompañada por el Opus Dei.

Los jóvenes que acuden allí reciben formación académica que les permite también obtener ayudas para sus estudios superiores y se comprometen, con libertad y alegría, acompañar las actividades sociales de Monte Verde, motivados por las enseñanzas de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, quien, siguiendo la vida del Evangelio, pregonaba el amor por los más necesitados, pero también vivir la vida con generosidad con los demás.

San Josemaría, durante el comienzo de su vida sacerdotal, visitaba los barriales de Madrid, preparaba chiquillos a la Primera Comunión, acudía a los hospitales de la ciudad y luego de fundar el Opus Dei, inculcó estar al lado de los menos favorecidos y aprender de la virtud de la pobreza.

Nos basta además escuchar las palabras del Señor: bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Si tú deseas alcanzar ese espíritu, te aconsejo que contigo seas parco, y muy generoso con los demás; evita los gastos superfluos por lujo, por veleidad, por vanidad, por comodidad...; no te crees necesidades. En una palabra, aprende con San Pablo a vivir en pobreza y a vivir en abundancia, a tener hartura y a sufrir hambre, a poseer de sobra y a padecer por necesidad: todo lo puedo en Aquel que me conforta. Y como el Apóstol, también así saldremos vencedores de la pelea espiritual, si mantenemos el corazón desasido, libre de ataduras”, dijo en su homilía “Desprendimiento”.

En Monte Verde antes de salir a Cazucá, Soacha

No sólo en Colombia sino en el mundo, el Opus Dei promueve diversas actividades sociales que van desde hacer ropa para desplazados de Asia, almuerzos para migrantes en Madrid, hasta chocolate caliente para los desamparados de Nueva York.

En El Progreso los niños regresaban a sus casas con sus regalos, pero también iban cantando: “Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río, al ver al Dios nacido”.

Juanito se despidió de Nicolás diciéndole: ¿y cuándo vuelven?

Guillermo Romero